“Prepárese para una temporada corta de limpieza”
Por Bill and Marsha Burns
Por Bill and Marsha Burns
27 de Febrero del 2008
Hojarasca en un viento suave, por Marsha Burns:
“Prepárese para un tiempo relativamente corto de “limpieza” donde tendrá muchas y variadas oportunidades de limpiar espiritualmente la casa. Dispóngase a atravesar por este proceso. Nada quedará oculto en las tinieblas ni habrá oscuridad que no sea revelada. Este procedimiento debe tener lugar antes de moverse hacia niveles superiores de crecimiento y madurez espiritual. “Confía en Mi que removeré todo lo sucio y lo manchado para abrirle paso a lo que es puro”, dice el Señor. El Salmo 51:10 dice: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva la firmeza de mi espíritu”.
Por Bill y Marsha Burns
“Prepárese para un tiempo relativamente corto de “limpieza” donde tendrá muchas y variadas oportunidades de limpiar espiritualmente la casa. Dispóngase a atravesar por este proceso. Nada quedará oculto en las tinieblas ni habrá oscuridad que no sea revelada. Este procedimiento debe tener lugar antes de moverse hacia niveles superiores de crecimiento y madurez espiritual. “Confía en Mi que removeré todo lo sucio y lo manchado para abrirle paso a lo que es puro”, dice el Señor. El Salmo 51:10 dice: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva la firmeza de mi espíritu”.
Por Bill y Marsha Burns
Este es nuestro año para cerrar el ciclo y salir de las fortalezas de nuestro pasado. Aunque el Señor nos prometió que continuaría perfeccionándonos y transformándonos a Su imagen, debemos atrapar los tiempos y las estaciones específicas donde Él nos capacitará y nos llenará de una gracia abundante para salir del desierto. Amados hermanos, este es el tiempo para cortar los ciclos de nuestros viejos patrones, paradigmas y maneras de pensar. En muchos casos, nuestro pasado está gobernado por patrones generacionales. Compartiré acerca de esto en este artículo.
El mes de Adar
Estamos a punto de entrar en el tercer mes de un nuevo año, conforme al calendario Gregoriano. Pero en el calendario Hebreo, estamos ingresando en el mes de Adar. Se dice que este es el mes de mayor gozo en el calendario Hebreo. De hecho, el lema de este mes es: “Cuando llega Adar, aumenta mucho nuestro gozo”. Me di cuenta que cuando Dios declara una victoria, el enemigo hace todo lo posible para cambiar los tiempos y las circunstancias para hacer parecer nuestra apertura como lo opuesto a lo declarado por el Señor. En otras palabras, en vez de experimentar el gozo en este tiempo, nos veremos tentados a enfocarnos en el sufrimiento, la depresión y el dolor. ¿Se dio cuenta que el enemigo habla lo opuesto a lo que dice Dios? Durante este tiempo debemos mantenernos enfocados en que “el gozo del Señor es nuestra Fortaleza”. Si encontramos nuestro gozo en Él, podremos vencer todos los obstáculos.
Adar también es el mes cuando debemos meternos en nuestra “verdadera identidad”. Esto se logra pidiéndole al Espíritu Santo que nos cubra y nos preñe con Su Palabra. De hecho, Adar es más reconocido como el mes del embarazo donde se “da a luz nuestra verdadera identidad”. Esto significa que cualquiera que nos impida conocer quienes somos en Cristo, será revelado en este tiempo.
Recientemente tuve un sueño acerca del temor. En el sueño, la fortaleza del temor pasaba generacionalmente a través de las líneas de sangre del pueblo de Dios. Me refiero a esto como maldiciones generacionales. Conforme a la Escritura, las maldiciones generacionales (como la iniquidad, la enfermedad o el pecado de los padres), pasaban hasta la tercera y la cuarta generación (Éxodo 20:5). En mi sueño, el pueblo de Dios era incapaz de moverse debido al temor, la intimidación y la falsa identidad. El sueño fue significativo porque el Señor dijo que para quebrar el ciclo de nuestro pasado y avanzar a poseer nuestro futuro, debemos comprometernos seriamente a quebrar viejos ciclos generacionales.
Cortando el cordón umbilical con nuestro pasado
Oí al Señor decirle a Su pueblo que “cortara el cordón umbilical con su pasado”. Muchos de nosotros no nos damos cuenta que permanecemos cautivos por designios originados en las tinieblas que pretenden atarse a nosotros a través de fortalezas generacionales. Si podemos cortar los cordones con nuestro pasado, podremos cortar con todas las viejas estructuras de muerte que nos mantienen en cautividad. Ezequiel 16:1-5 nos aclara por qué necesitamos “cortar el cordón” (el cordón umbilical) con nuestro pasado. En este pasaje, note que el Señor menciona que el padre de Jerusalén era un “amorreo” y su madre una “hitita”, por eso necesitaban liberarse de las influencias de esas fortalezas:
“El Señor me dirigió la palabra: Hijo de hombre, échale en cara a Jerusalén sus prácticas repugnantes. Adviértele que así dice el Señor omnipotente: ‘Jerusalén, tú eres cananea de origen y de nacimiento; tu padre era amorreo y tu madre, hitita. El día en que naciste no te cortaron el cordón umbilical; no te bañaron, no te frotaron con sal, ni te envolvieron en pañales. Nadie se apiadó de ti ni te mostró compasión brindándote estos cuidados. Al contrario, el día en que naciste te arrojaron al campo como un objeto despreciable”.
Las fortalezas cananeas, amorreas e hititas
Muchos de nosotros llegamos a sentir como si hubiéramos abierto una puerta para la rapiña del enemigo. Dios nos está alertando que si le cerramos estas puertas al pasado cortando nuestras ataduras y el cordón umbilical con nuestros viejos hábitos, entonces seremos libres de las estructuras generacionales de muerte destinadas a destruirnos. El Señor señaló que los orígenes de Jerusalén estaban en la tierra de los cananeos y eso significa: “vendedores ambulantes o traficantes”. Es interesante ver que esto señala a alguien que “trafica sus bienes” en caravanas, viajando o negociando a través de los territorios.
¿Cuántas veces el diablo intentó vendernos su mercadería?
Viene a nuestras vidas y pensamientos para vendernos sus mentiras y seducciones perversas. Si no tenemos cuidado, se las compraremos. Dios estaba tratando con los pecados de Jerusalén y deseaba liberarla de su pasado. Creo que muchos santos preciosos tienen una “insatisfacción crónica”. Si permitimos que el espíritu cananeo nos mantenga vagando por el desierto para tratar de encontrar dónde encajamos, nunca saldremos del desierto. En verdad, debemos darnos cuenta que “¡ya encajamos!”. Sí, somos parte del Cuerpo de Cristo y tenemos nuestro lugar e identidad en Él. Si buscamos aceptación por cualquier parte, seguiremos metidos en el desierto.
El Señor va más allá y discute la influencia de las fortalezas generacionales de los amorreos y los hititas sobre Su pueblo. Una vez más, les dice que los padres de Jesuralén eran los amorreos y eso se traduce como “montañeses, habladores o asesinos”. Un montañés es alguien que ocupa una posición elevada. Creo que nuestro enemigo desea tener una posición de dominio sobre nosotros. Trata de exaltar sus propias palabras por encima de lo que Dios declaró sobre nosotros. Quiere destruirnos y asesinarnos hablándonos mentiras. Si creemos lo que el diablo dice acerca de lo que Dios declara, ¡estamos en problemas! Si no cortamos el cordón hacia sus mentiras, seguiremos en cautividad.
Satanás trata de destruir nuestra imagen. Fuimos creados a la imagen de Dios y si el diablo puede seducirnos para que creamos que no tenemos valor ni esperanza o que somos menos en lugar de levantar nuestras cabezas, estamos exaltando sus palabras por encima de lo que el Padre dijo acerca de nosotros. En ese punto caímos en idolatría, clara y simple. Dios nos ordenó que nunca debíamos postrarnos ante una imagen falsa. Si tenemos una imagen de nosotros mismos que se opone a lo que Dios declara, ¡nos estamos inclinando ante una imagen falsa!
El mes de Adar
Estamos a punto de entrar en el tercer mes de un nuevo año, conforme al calendario Gregoriano. Pero en el calendario Hebreo, estamos ingresando en el mes de Adar. Se dice que este es el mes de mayor gozo en el calendario Hebreo. De hecho, el lema de este mes es: “Cuando llega Adar, aumenta mucho nuestro gozo”. Me di cuenta que cuando Dios declara una victoria, el enemigo hace todo lo posible para cambiar los tiempos y las circunstancias para hacer parecer nuestra apertura como lo opuesto a lo declarado por el Señor. En otras palabras, en vez de experimentar el gozo en este tiempo, nos veremos tentados a enfocarnos en el sufrimiento, la depresión y el dolor. ¿Se dio cuenta que el enemigo habla lo opuesto a lo que dice Dios? Durante este tiempo debemos mantenernos enfocados en que “el gozo del Señor es nuestra Fortaleza”. Si encontramos nuestro gozo en Él, podremos vencer todos los obstáculos.
Adar también es el mes cuando debemos meternos en nuestra “verdadera identidad”. Esto se logra pidiéndole al Espíritu Santo que nos cubra y nos preñe con Su Palabra. De hecho, Adar es más reconocido como el mes del embarazo donde se “da a luz nuestra verdadera identidad”. Esto significa que cualquiera que nos impida conocer quienes somos en Cristo, será revelado en este tiempo.
Recientemente tuve un sueño acerca del temor. En el sueño, la fortaleza del temor pasaba generacionalmente a través de las líneas de sangre del pueblo de Dios. Me refiero a esto como maldiciones generacionales. Conforme a la Escritura, las maldiciones generacionales (como la iniquidad, la enfermedad o el pecado de los padres), pasaban hasta la tercera y la cuarta generación (Éxodo 20:5). En mi sueño, el pueblo de Dios era incapaz de moverse debido al temor, la intimidación y la falsa identidad. El sueño fue significativo porque el Señor dijo que para quebrar el ciclo de nuestro pasado y avanzar a poseer nuestro futuro, debemos comprometernos seriamente a quebrar viejos ciclos generacionales.
Cortando el cordón umbilical con nuestro pasado
Oí al Señor decirle a Su pueblo que “cortara el cordón umbilical con su pasado”. Muchos de nosotros no nos damos cuenta que permanecemos cautivos por designios originados en las tinieblas que pretenden atarse a nosotros a través de fortalezas generacionales. Si podemos cortar los cordones con nuestro pasado, podremos cortar con todas las viejas estructuras de muerte que nos mantienen en cautividad. Ezequiel 16:1-5 nos aclara por qué necesitamos “cortar el cordón” (el cordón umbilical) con nuestro pasado. En este pasaje, note que el Señor menciona que el padre de Jerusalén era un “amorreo” y su madre una “hitita”, por eso necesitaban liberarse de las influencias de esas fortalezas:
“El Señor me dirigió la palabra: Hijo de hombre, échale en cara a Jerusalén sus prácticas repugnantes. Adviértele que así dice el Señor omnipotente: ‘Jerusalén, tú eres cananea de origen y de nacimiento; tu padre era amorreo y tu madre, hitita. El día en que naciste no te cortaron el cordón umbilical; no te bañaron, no te frotaron con sal, ni te envolvieron en pañales. Nadie se apiadó de ti ni te mostró compasión brindándote estos cuidados. Al contrario, el día en que naciste te arrojaron al campo como un objeto despreciable”.
Las fortalezas cananeas, amorreas e hititas
Muchos de nosotros llegamos a sentir como si hubiéramos abierto una puerta para la rapiña del enemigo. Dios nos está alertando que si le cerramos estas puertas al pasado cortando nuestras ataduras y el cordón umbilical con nuestros viejos hábitos, entonces seremos libres de las estructuras generacionales de muerte destinadas a destruirnos. El Señor señaló que los orígenes de Jerusalén estaban en la tierra de los cananeos y eso significa: “vendedores ambulantes o traficantes”. Es interesante ver que esto señala a alguien que “trafica sus bienes” en caravanas, viajando o negociando a través de los territorios.
¿Cuántas veces el diablo intentó vendernos su mercadería?
Viene a nuestras vidas y pensamientos para vendernos sus mentiras y seducciones perversas. Si no tenemos cuidado, se las compraremos. Dios estaba tratando con los pecados de Jerusalén y deseaba liberarla de su pasado. Creo que muchos santos preciosos tienen una “insatisfacción crónica”. Si permitimos que el espíritu cananeo nos mantenga vagando por el desierto para tratar de encontrar dónde encajamos, nunca saldremos del desierto. En verdad, debemos darnos cuenta que “¡ya encajamos!”. Sí, somos parte del Cuerpo de Cristo y tenemos nuestro lugar e identidad en Él. Si buscamos aceptación por cualquier parte, seguiremos metidos en el desierto.
El Señor va más allá y discute la influencia de las fortalezas generacionales de los amorreos y los hititas sobre Su pueblo. Una vez más, les dice que los padres de Jesuralén eran los amorreos y eso se traduce como “montañeses, habladores o asesinos”. Un montañés es alguien que ocupa una posición elevada. Creo que nuestro enemigo desea tener una posición de dominio sobre nosotros. Trata de exaltar sus propias palabras por encima de lo que Dios declaró sobre nosotros. Quiere destruirnos y asesinarnos hablándonos mentiras. Si creemos lo que el diablo dice acerca de lo que Dios declara, ¡estamos en problemas! Si no cortamos el cordón hacia sus mentiras, seguiremos en cautividad.
Satanás trata de destruir nuestra imagen. Fuimos creados a la imagen de Dios y si el diablo puede seducirnos para que creamos que no tenemos valor ni esperanza o que somos menos en lugar de levantar nuestras cabezas, estamos exaltando sus palabras por encima de lo que el Padre dijo acerca de nosotros. En ese punto caímos en idolatría, clara y simple. Dios nos ordenó que nunca debíamos postrarnos ante una imagen falsa. Si tenemos una imagen de nosotros mismos que se opone a lo que Dios declara, ¡nos estamos inclinando ante una imagen falsa!
Ahora analicemos lo que dice Dios en este pasaje ante la influencia de los hititas. La traducción hebrea para hitita significa “fastidiosos, espantosos o temerosos”. Esto no necesita explicación. Aún así, debo agregar que experimenté la presencia demoníaca del temor como nunca antes. Déjeme alentarlo si está siendo atormentado por el temor o el espanto, es tiempo de cortar el cordón de ese viejo patrón y cambiar hacia un nivel mayor de fe.
En lo natural, un cordón umbilical es un mecanismo de alimentación. Es lo que nutre al bebé mientras se encuentra en el vientre de su madre. Allí, toda la nutrición para el bebé pasa por este cordón. Aún así, se debe cortar el cordón luego del alumbramiento. En la realidad espiritual, muchos de nosotros no cortamos el cordón que nos liga al antiguo “mecanismo de alimentación”. Escuchamos las mentiras del enemigo y nos alimentamos de las heridas, hábitos y sistemas de creencia de nuestro pasado. No podemos confiar en lo viejo, debemos separarnos de ello para atrapar lo nuevo. Un bebé no puede sobrevivir en su nueva vida mientras sigue conectado a un viejo cordón umbilical y eso mismo sucede en el mundo espiritual.
Cuando Israel dejó Egipto, no pudieron seguir alimentándose de Egipto. Había llegado el tiempo de dejar atrás los “ajos y los puerros” de Egipto. Aún en sus tiempo de mayor dificultad, seguían anhelando la comida del pasado. El Señor trató con esto y les ordenó cortar todas estas ataduras con su pasado. Él quería alimentarlos, nutrirlos y cuidarlos. Anhelaba limpiarlos y cuidarlos. Vea lo que deseaba hacer por Israel en Ezequiel 16:6-14 (por cierto, también desea hacer lo mismo por nosotros):
“Pasé junto a ti, y te vi revolcándote en tu propia sangre y te dije: ¡Sigue viviendo; crece como planta silvestre! Tú te desarrollaste, y creciste y te hiciste mujer. Y se formaron tus senos, y te brotó el vello, pero tú seguías completamente desnuda. Tiempo después pasé de nuevo junto a ti, y te miré. Estabas en la edad del amor. Extendí entonces mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez. Me comprometí e hice alianza contigo, y fuiste mía. Lo afirma el Señor omnipotente. Te bañé, te limpié la sangre y te perfumé. Te puse un vestido bordado y te calcé con finas sandalias de cuero. Te vestí con ropa de lino y de seda. Te adorné con joyas: te puse pulseras, collares, aretes, un anillo en la nariz y una hermosa corona en la cabeza. Quedaste adornada de oro y plata, vestida de lino fino, de seda y de telas bordadas. Te alimentabas con el mejor trigo, y con miel y aceite de oliva. Llegaste a ser muy hermosa; ¡te sobraban cualidades para ser reina! Tan perfecta era tu belleza que tu fama se extendió por todas las naciones, pues yo te adorné con mi esplendor. Lo afirma el Señor omnipotente”.
Para dejarlo claro, esto es lo que el Señor les decía a Sus hijos:
1. Tenían una estructura de muerte pegada a sus vidas. Dios los oyó y los vio peleando en su sangre. Dios dice que nos cubre con la sombra de Su presencia y desea liberarnos de las líneas generacionales de sangre que afectan nuestro futuro.
2. Está echando esa estructura de muerte y declara: “¡Vive!”. Podemos cambiar hoy por oír la Palabra del Señor y dejar de escuchar al diablo tratando de “vendernos sus mentiras”.
3. Dios desea cubrirnos con Su amor y poder. Nos promete sacarnos de la pobreza y prosperarnos hacia la madurez.
4. Nos está lavando, limpiando y ungiendo.
5. Está reforzando su pacto con cada uno de nosotros y estableciendo una corona sobre nuestras cabezas.
¡Qué asombroso! Esta promesa es para recibirla hoy. Desafortunadamente, Jerusalén decide no recibir lo mejor de Dios para ella. Fue infiel y negó la relación de pacto que Dios tanto deseaba. Esta actitud mantuvo cautiva a Israel y si no decidimos cortar esos cordones con nuestro pasado, también permaneceremos cautivos por el enemigo. Amados, decidamos hoy cortar con todo lo que nos detiene y liberarnos.
Algunas frases de mi último libro son:
• Cómo Abraham fue lleno de poder para pelear contra cuatro reyes y salvar su familia
• Cómo levantarse del lugar donde se encuentra y correr con los caballos.
• Cómo verse a sí mismo de la manera como Dios lo ve.
• Cómo orar positivamente acerca de su futuro.
• Cómo alcanzar una mayor revelación acerca de los Siete Espíritus de Dios.
• Cómo cruzar hacia su lugar de victoria y establecer una estructura de victoria.
El Señor proveyó estrategias Celestiales, todas desde Su trono, para meternos en un tiempo kairos de sanidad y madurez. Nos está oyendo y desea liberarnos de nuestro pasado. Decidamos en este momento oír Su voz y movámonos hacia adelante para concretar nuestro destino divino.
Oro por usted:
Padre, oro para que cada uno de estos lectores pueda atrapar su momento de apertura. Muchos de Tus hijos están cautivos por su pasado y no entienden por qué. Te agradezco por revelarnos cómo los cautivos pueden ser libres. Oro para que los liberes de cualquier “alimento falso” que hayan recibido. Te pido Señor que los liberes de las mentiras del diablo y de las estructuras de muerte que los mantienen en cautividad. También te pido que los liberes de toda asignación generacional de muerte. Te agradezco por Tu pacto de Sangre con nosotros donde prometes cubrirnos, protegernos, transformarnos y ungirnos. En el nombre de Jesús, amén.
Su confesión y declaración:
Señor, decreto y declaro que no seré más impedido por mi pasado. Tomo la decisión de liberarme a mi mismo de Egipto. Niego las mentiras del enemigo y no volveré a escucharlo nunca más. Te agradezco por la Espada del Espíritu que me libera de mi pasado. Confieso que soy libre de todas las iniquidades y patrones generacionales de maldad. Te agradezco porque ya no soy cautivo de las estructuras de muerte. ¡Viviré y no moriré! En el nombre de Jesús, Amén.
Sandie Freed
Padre, oro para que cada uno de estos lectores pueda atrapar su momento de apertura. Muchos de Tus hijos están cautivos por su pasado y no entienden por qué. Te agradezco por revelarnos cómo los cautivos pueden ser libres. Oro para que los liberes de cualquier “alimento falso” que hayan recibido. Te pido Señor que los liberes de las mentiras del diablo y de las estructuras de muerte que los mantienen en cautividad. También te pido que los liberes de toda asignación generacional de muerte. Te agradezco por Tu pacto de Sangre con nosotros donde prometes cubrirnos, protegernos, transformarnos y ungirnos. En el nombre de Jesús, amén.
Su confesión y declaración:
Señor, decreto y declaro que no seré más impedido por mi pasado. Tomo la decisión de liberarme a mi mismo de Egipto. Niego las mentiras del enemigo y no volveré a escucharlo nunca más. Te agradezco por la Espada del Espíritu que me libera de mi pasado. Confieso que soy libre de todas las iniquidades y patrones generacionales de maldad. Te agradezco porque ya no soy cautivo de las estructuras de muerte. ¡Viviré y no moriré! En el nombre de Jesús, Amén.
Sandie Freed
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