lunes, 31 de marzo de 2008


“El idioma de Dios: ¿Cómo me habla?”

Por Kim Clement




Encuéntrelo por sí mismo
Una de las preguntas que más me cuesta responder es esta: “¿Cómo hace usted para oír la voz de Dios?”. Después de 30 años caminando con Él, mi explicación simple es: “Debes encontrarla por ti mismo”. Cada ser humano tiene su huella dactilar y su ADN propio. Tomando esto en consideración, creo que Dios nos creó para responder a Él,
basado en un método personalizado de comunicación.

Dios usó a una mula terca para comunicarse con el profeta Balaam porque él mismo era un terco. Moisés se detuvo ante el fenómeno de la zarza ardiente que no se consumía, mientras David solo necesitó que le hablara un profeta o un ángel. Dios envió a Samuel, el profeta, para hablarle a David en Su nombre y a Natán con un acertijo divinamente inspirado. Eliseo necesitó un músico para escuchar a Dios y profetizar, mientras Elías necesitó estar a solas, rodeado por los elementos de la naturaleza: vientos, terremotos, fuego, lluvia, etc. A algunas personas les agrada la simplicidad de oír una voz humana hablando de parte de Dios, mientras que a otras les agradan las manifestaciones sobrenaturales que los dirigen personalmente. Otros prefieren visiones o sueños menos confrontativos y, si usted es como yo, preferirá las impresiones animadas.

Dios está hablando todo el tiempo, pero algunas personas enfrentan una barrera que les impide oír. Hablemos del problema de las estructuras lingüísticas y específicamente de su morfología. La morfología es el estudio de las formas de las cosas en particular. Cuando Dios llamó aparte a Aarón y a Miriam para reprenderlos después de degradar mentalmente a Moisés por criticarlo por haberse casado con una mujer Etíope, basó su reprensión en algunos tópicos simples. Tenía que ver más con la historia de Moisés como siervo manso y humilde, además del hecho que se mantuvo fiel a toda la casa de Dios. Parece que esto era muy precioso para Dios y nos muestra que en cuanto a oírlo a Él, la fidelidad es muy importante. Moisés no tenía ambiciones egoístas, de hecho hizo todo lo que pudo para evitar su llamado de enfrentar al Faraón, reclamando la liberación de 3.5 millones de judíos. Aarón y Miriam condujeron sus propias conferencias y decidieron que habían oído a Dios, creyendo tener el mismo nivel de percepción que Moisés. Esta afirmación llegó porque se había casado con una mujer Etíope, sintiendo que esto estaba mal y así justificar sus acciones.

Quiero que entienda lo que dice Dios acerca de la habilidad de Moisés para oír al Cielo. El hecho es que Moisés no oía a Dios como los demás. Dios se comunicaba con la gente en forma de visiones, sueños y acertijos, pero no fue así con Moisés. La Biblia dice que Dios le habló a Moisés cara a cara. En Números 12:8, Moises reconoce: “la forma del Señor”. La palabra “forma” en griego es “morphos”. Al analizarla, me queda claro que para “oír” a Dios, primero hay que “verlo”. Quizá una palabra que lo describe mejor es “percibir” a Dios. ¡Esto es algo excitante! A pesar que el acto de “oír” a Dios puede llegar a ser algo dificultoso y trabajoso, Dios lo hizo simple.

Complicamos las cosas porque estamos controlados por un prejuicio inadecuado y falso acerca de Dios. Una suposición es “algo que asumimos de antemano, presuponer las operaciones y los resultados desde el principio”. Literalmente, la palabra “presuponer” viene de “establecer algo antes”. Nuestro enemigo trata de establecernos bajo la suposición de nuestra mente, antes que podamos tener una oportunidad de probarla. Dios remueve nuestra suposición con “conocimiento revelado”, que es una palabra profética o una visión del futuro. Aquí es donde la mayoría de las personas se bloquea. Recuerde, cuando es necesario reveler el conocimiento, debe ser descubierto.

Dios habla acerca de las cosas que son relevantes para nuestra generación. ¿Serviría a los propósitos de Dios hablarle a la gente acerca de los residuos radioactivos, los estratos geológicos o el ADN hace 200 años? Mientras surge el desafío, se proveen las soluciones. Cuando somos confrontados por alguna clase de problemas, crece nuestra necesidad de oír a Dios, pero la mente y la imaginación parecen atrapar nuestra percepción por la suposición dominante en nuestra manera de pensar. Debemos reconocer esto para poder “pelear” contra el deseo instintivo de presuponer por “hablar y creer” el futuro y el destino en nuestras vidas.

Renovando nuestra mente
Para oír a Dios, ¿se supone que debemos tener una maestría en Morfología? Su mente y su corazón pueden oír a Dios muy, muy fácilmente. Pero primero, debe liberarse de esta mentalidad engañosa y derrotista que contamina a la mayoría. En Romanos 12:2, Pablo habla de algo llamado “renovar nuestra mente”. “Renovar” significa que destruirá todas sus ideas preestablecidas y reestablecerá su relación progresivamente. La revelación progresiva es acerca de cómo el hombre fue creado para operar y cómo esto se interrumpió por las sugerencias derrotistas que nos apartaron de nuestro progreso. Así que, cuando presupone acerca de cualquier situación en su vida sin darse a sí mismo la chance de cambiar ese concepto, detuvo el progreso y comenzó la decadencia. La descomposición espiritual está arrasando la tierra porque los hombres temen confrontar los asuntos y probar que cualquier sugestión está errada.

David probó que Goliat era un error asumiendo que Israel pensaba que sería una derrota terrible y observó cómo lo haría. Habló palabras contrarias a la suposición que decía que un gigante derrotaría a un adolescente con cara de niño y unas pocas piedras. David habló a través de un conocimiento probado en su vida, de hecho, le estaba profetizando al gigante. Este conocimiento se le reveló a David en el momento justo y en vez de discutir con los generales de Israel, corrió hacia Goliat desplegando una confianza inusual. Volviendo a Moisés, la Biblia dice que reconoció la “forma” de Dios. Resaltar esto es muy importante porque todos tenemos ideas preconcebidas acerca de la apariencia de Dios. ¡Sugiero que tome nota de estas ideas de inmediato!

Dios podría venir hacia usted en la forma de Mickey Mouse, hablarle a través de un cartel o de cualquier cosa que se le ocurra. A menudo pasamos por situaciones en nuestras vidas que comienzan a dominar nuestra percepción y, en este punto, la oración llega a ser la fuerza que nos mueve a oír la voz de Dios. Usualmente buscamos una respuesta y luego esperamos oír a Dios. Sin embargo, si Él elige utilizar un objeto o una señal para hablarnos, ¿cómo sabemos que se relaciona con nuestro problema y que realmente es Dios quien nos habla? ¿Cómo podemos estar seguros de reconocer Su forma? Dios dijo que Moisés fue el mayor profeta de su tiempo, simplemente porque reconoció la “forma” del Señor. ¿Qué significa eso?

Recocer la “forma” como habla Dios
¿El objeto (forma) se relaciona con el sujeto (problema)? Veamos el significado de esta palabra para poder comprender mejor cómo le agrada a Dios comunicarse con nosotros.

Forma: contorno, apariencia o configuración externa de un objeto, independientemente del material que lo compone. En metafísica, el principio determinante y activo de las cosas que lo diferencia de un asunto, el principio potencial. El concepto de forma también es indispensable para la práctica y la crítica en diferentes disciplinas, aparte de la filosofía. Por ejemplo, en la literatura, el término puede referirse a un esquema, estructura o género que un escritor elige para presentar algo (novela, soneto, historia corta, máxima, etc.). También se refiere a la estructura interna del trabajo y, de manera extensiva, la crítica de un trabajo exitoso depende del grado en el cual el artista es capaz de integrar el contenido y la estructura interna con la representación de su forma externa.

Digamos que su problema es decidir acerca de un nuevo trabajo en otra compañía y está buscando una respuesta de Dios. En primer lugar, muchos de nosotros esperamos oír una voz clara y concisa que nos diga: “ve” o “no vayas”. ¡Cómo hubiera deseado que fuera así de fácil! Pero nunca hubiera comprendido la razón para que Dios se revelara a sí mismo. Es excitante porque es como colocar una pieza de rompecabezas junto a la otra. Como usted sabe, cuando reúne las piezas, puede hacerlo más rápido si reconoce la “forma final”. “Mira, aquí está el pie y allá el sky”. ¿Quiere oír acerca de un nuevo trabajo? La estructura interna representa la forma externa. ¿Qué quiere decir esto?

Bien, usted se levanta a la mañana siguiente y se dirige hacia su café favorito, antes de ir al trabajo. Mientras está tomando su café extra grande, pensando en sus propios asuntos y la gente que lo rodea habla de sus cosas. De repente una muchacha dice: “Perdí mi diamante, debe haberse caído por acá”. Todos comienzan a ayudarla a buscar. De pronto, usted encuentra el pequeño diamante y se estira para levantarlo. Se lo acerca a la muchacha y ella le agradece por encontrarlo. Mientras se sienta a terminar su café, esperando que Dios le hable acerca de aceptar el ofrecimiento de cambiarse a otra compañía para aceptar un puesto en una Joyería, descubre que acaba de recibir una pieza del rompecabezas. ¡Una completa extraña perdió su diamante y usted lo encontró!

¿Qué puede decirle Dios, considerando su posición actual en el departamento de “perdidos y encontrados” de Macy's? Quizá Dios le está diciendo que debe quedarse en su empleo actual. ¡Qué frustrante! Posiblemente, pero también es una aventura. Ahora, siga adelante y no tome una decisión apresurada. Dios no está apurado. Entonces, ¿para qué se apura? Preste atención a la siguiente pieza del rompecabezas. Créame, Él aparecerá en una u otra forma y aunque no parezca que la forma se relaciona con su problema, no podrá saberlo hasta completar el rompecabezas.

Dos días después, está conduciendo su automóvil y decide encender la radio. ¿Adivine cuál es la canción que está sonando? “¡Los diamantes son los mejores amigos de las chicas!”. El nombre de la compañía a la que está pensando unirse es: “Diamantes, el mejor amigo de las chicas”. Definitivamente tiene otra pieza del juego y es una importante. ¿Comprende el ejemplo? Espero que si, porque se divertirá mucho reconociendo a Dios y se acercará mucho más a Él, mientras registra cuán cerca está de usted.

A Dios le divierte comunicarse e interactuar en nuestras vidas y cuando usted comienza a tomar acciones basado en Su dirección, encontrará que su vida será una aventura sin fin, limitada sólo por su creatividad y por la obediencia a Su voz.

El 18 de Noviembre del 2007, en Houston, Texas, el Espíritu de Dios me mostró una gran “puerta” que abrió que resultará en algunas de las tareas más inusuales en el Reino. Dijo: “Afectará la ciencia, afectará la ciencia médica, afectará la economía, afectará la política. En el 2008, habrá un vuelco completo. ¡Obtendrás aquellas cosas que no podías obtener! ¡Realizarás aquellas cosas que no podías realizar!”. Esta es la promesa de Dios y quiero que la reciba para usted y su familia. Permítame animarlo en este día a creer en Su palabra, sin permitir que nada le robe Su promesa. No permita que sus suposiciones, prejuicios, temores o cualquier otro enemigo, continúen dictando su rumbo. ¡Este es su tiempo para recibir la promesa y prosperar!

Con amor y expectativa,

Kim Clement

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