viernes, 6 de febrero de 2009

“El Espíritu del Señor está conformando a su ejército poderoso”

 

Por Taffie Furr

clip_image002Recientemente, mientras oraba sobre el conflicto actual en Israel, el Señor me recordó una palabra que me entregó el año pasado. Me exhortó a regresar y leer lo que Él había dicho. Mientras volvía a leer esa palabra, el Espíritu Santo me dijo que lo que había hablado en esa oportunidad, era para este tiempo. Dios siempre es fiel y si analizamos bien de cerca, encontraremos que Él siempre nos da dirección y revelación mucho antes que el tiempo se cumpla en lo natural; porque Él es bueno. En la palabra siguiente, Dios nos habló acerca de la situación, la estrategia a implementar y la promesa consecuente a nuestra obediencia.

El ejército poderoso de Dios en movimiento

A continuación presento la palabra profética y la revelación que el Señor me entregó el 13 de abril del 2008:

“El Espíritu del Señor está reuniendo a su ejército poderoso. El Espíritu del Señor está llamando a cada soldado que responderá a su llamado y está levantando gente como un poderoso ejército en Él. Esta gente no se enredará con las supercherías del enemigo; por el contrario, atará al enemigo y lo vencerá por el poder de la Palabra y la Sangre. ¡En el nombre de Jesús! ¡En el nombre de Jesús, está declarado y así será! ¡Aleluya! Alabamos al Señor. ¡Alabe al Señor!”

Decimos “aleluya” a tu nombre. Decimos: “Fórmanos y confórmanos para ser tu ejército y movernos conforme a tu Espíritu, así tu Palabra podrá salir de nuestros labios como una espada poderosa”.

“El Señor habla de una osadía que no conocemos. ¡Hay una nueva osadía que viene sobre el Cuerpo de Cristo en este lugar y sobre su vida! Le estoy diciendo que hay una osadía del Señor y una promoción hacia el siguiente nivel de su unción. El Señor nos está llevando hacia arriba en el Cuerpo de Cristo, porque la guerra está arreciando y Él dice: ‘Cuando la guerra arrecie, también aumentará tu osadía, por lo tanto, tu autoridad. Caminarás en Mí para vencer y conquistar al enemigo’.

“¿Puedes sentir la osadía levantándose dentro de ti? ¿Puede sentir la unción? Puedo verlo en muchos de ustedes ahora mismo, aunque no lo puedan ver. Tienes a la osadía justo delante de ti, ya está en el próximo nivel. ¡Ya lo tienes! Viene sobre ti, lo sepas o no; la osadía y la autoridad para ir hacia el siguiente nivel viene sobre ti.

El Señor dice: “¿Puedes ver y reconocer que este es un método de guerra? ¿Puedes ver y reconocer que el poder para vencer está aquí y ahora en mi Palabra hablada?”. El Señor dice: “Este es el descanso en mi guerra, mi Palabra va delante, conquistando, devorando, venciendo y aplastando al enemigo”.

Estoy oyendo a Israel, veo tanques y el domo. Oigo al Señor decir: ‘Los traeré de regreso, los traeré de regreso. No podrán ir más lejos que la Roca. Los traeré de regreso’, dice el Espíritu del Señor. ‘Por mi poder y mi intervención divina, su presencia se cortará y se filtrará’. Se están dando conferencias de prensa, foros con personalidades prestigiosas y negociaciones.

Y el Señor dice: “Hay sonidos amargos en la Franja de Gaza, pero no hay nada, no hay asaltos o cualquier cosa que mi Espíritu no pueda revertir. Levántense en oración”. Oigo al Señor decir: “Cuando veas los primeros aviones, comienza a clamar con ayuno y oración; luego traeré mi intervención divina”.

Dice el Señor: “Hay un propósito, más allá de lo que puedes ver y de lo que parece absolutamente negativo, levantaré una rosa en el desierto que dará fruto. Luego podrás ver mi provisión y mi abundancia fluyendo como un río”. Hasta aquí la palabra que recibí el 13 de Abril del 2008.

¿Qué significa esto para nosotros hoy?

El plan activo de Dios para la victoria

Si quiere hacer una fiesta, deberá llamar a los chefs. Si quiere hacer una celebración, deberá llamar a los bailarines. Pero si quiere vencer al enemigo, debe llamar a un ejército. El Señor comenzó esta palabra hablándonos acerca de llamar y reunir a su ejército poderoso. Por lo tanto, tiene un plan activo de victoria para nosotros si nos reunimos como su ejército.

Aunque hay muchas características diferentes en un ejército, existe un componente esencial que permanece sobre el resto que lo hace verdaderamente poderoso: La unidad. Por lejos, la necesidad de unidad dentro del Cuerpo de Cristo no es una novedad para nosotros. Pero más que nunca, es vital caminar en unidad en este tiempo. Es uno de los componentes clave y necesarios para la victoria en los próximos días: Victoria sobre nuestras finanzas, en nuestra sanidad y en el gobierno de la nación. La unidad es uno de los factores determinantes de la velocidad de crecimiento y madurez como hijos e hijas, por mencionar algunos.

Mientras escribía esta revelación en papel, el Espíritu Santo me hablaba una y otra vez: “¿Cómo podría un hombre perseguir a mil si su Roca no los hubiera vendido? ¿Cómo podrían dos hacer huir a diez mil si el Señor no los hubiera entregado?” (Deuteronomio 32:30). Parece algo obvio en este verso que Él está confirmando la fuerza adicional que viene con el incremento del número de personas, pero me urgió a ir un poco más profundo… más allá de lo obvio. Lo hice y la palabra “uno” en este pasaje en particular, viene de la palabra hebrea “ejad” y significa “unidad o uno”. Se deriva de la raíz de la palabra “ajad”, que significa “unificar”.

Si sólo algunos creyentes se concertaran en unidad con otros sobre la Palabra de Dios, podrían traer cambios en sus casas y en sus comunidades. Luego, ¿cuál sería el daño que todo un ejército podría causar si nos unificáramos sobre la Palabra de Dios? ¿Podríamos cambiar las circunstancias de naciones completas?

Recuerdo Eclesiastés 4:12: “Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!”. Como puede ver, cada hebra por sí sola, no altera lo que son. El hecho es que siguen siendo tres hebras individuales de una cuerda. La diferencia es que están entrelazadas unas con otras para llegar a ser una, resultando en un incremento asombroso de su fuerza.

Dios es capaz de proveer desde los lugares que pueden parecer vacíos o llenos de destrucción

Estamos ingresando en tiempos extremos y difíciles para los estándares del mundo, pero Dios tiene otros planes para su Pueblo.

Recientemente el Señor me dio un sueño y en este sueño veía a otros que estaban de pie conmigo en un parque. Veíamos que venía una tormenta. Manejamos nuestro automóvil en la dirección que pensábamos que podíamos escapar de la tormenta inminente. Cuando detuvimos el auto, estábamos en un lugar que era tan claro que podíamos ver a miles de miles.

Una de las personas vio una nube en el cielo y nos dijo que se estaba formando un embudo desde esa nube. Cuando observamos, el embudo se formó muy rápido, tocando tierra, moviéndose rápidamente y dirigiéndose hacia nosotros. Supimos que no había posibilidad de escapar de su ruta en ese punto, así que nos tiramos hacia el suelo con nuestros rostros hacia abajo, cubrimos nuestras cabezas con nuestras manos. Mientras el tornado pasaba sobre nosotros, en lugar de quedarnos contra el suelo, nos pusimos de pie en el ojo de la tormenta. No nos causaba daños ni destrozos, en lugar de ello comenzaba a caer dinero, oro y tesoros sobre nosotros. ¡Estiramos nuestros brazos y nos regocijamos!

Dios puede más que traernos provisión y abundancia desde el mismo lugar donde parece que no hay nada o está lleno de destrucción. Él se especializa en hacer que sucedan imposibles.

Tenemos muchas cosas que cumplir en estos tiempos, pero su voluntad es que hagamos las obras mientras descansamos en Él. Podemos pelear y descansar con Él si creemos en su palabra y la declaramos en fe. Mientras nos unimos como un sólo Cuerpo, seremos cada vez más osados en el Espíritu Santo, hablando la Palabra de Dios con más autoridad de lo que hayamos conocido en este tiempo y en esta generación.

Podemos esperar eso y veremos milagros extremos de provisión como resultado de unificarnos en su Cuerpo, en su Palabra. Los milagros extremos traerán cosechas extremas de personas desde las tinieblas hacia la luz de Cristo. Su nombre será levantado y glorificado en lugares donde antes era burlado.

Al pararnos como uno, no debemos olvidarnos de orar por Israel

Mientras nos reunimos y nos movemos juntos, no debemos olvidarnos de Israel. Dios nos habló que debíamos orar y ayunar por Israel. Creo que orar y ayunar es una decisión personal, pero llegó el tiempo para que el Cuerpo de Cristo se una en oración y ayuno corporativo por Israel. Es necesario que como nación nos paremos en unidad por Israel y al hacerlo, recibiremos gracia y favor.

También es necesario que el Cuerpo de Cristo se pare en unidad con Israel y al hacerlo, recibiremos el poder del Espíritu Santo para desatar la intervención divina sobre toda una nación. Dios dijo que si oramos y ayunamos, traerá su intervención divina. ¡Podemos creerle porque es fiel a su Palabra!

En su servicio,

Taffie Furr

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