martes, 17 de febrero de 2009

“¡Oigo el sonido de la restauración, el avivamiento y los milagros inusuales!”

 

Por Kim Clement

clip_image002Profetizado el 31 de Diciembre del 2008, San José, California:

Este es el final del período de siete años de guerra

El Espíritu del Señor le hablará esta noche. “¿No es posible para mí cambiar todo con sólo pronunciar una palabra? Ellos dirán: ‘¿Por qué hay un grupo allí que celebra cuando los expertos les dijeron que este sería el peor tiempo de sus vidas?’ ¿Qué digo acerca de esto?”, dice el Señor.

Dios dice: “Este es el final de un período de siete años. Este es el final del período de siete años de guerra. Este es el final de un período de siete años de menosprecio. Cuando termine esta noche, finalizará un período de siete años, siete años de postración. ¡Repentinamente vendrán sobre ti siete vacas gordas! Y los años de postración no consumirán ni se comerán los años de grosura. Las vacas flacas no consumirán a las gordas que vienen hacia ti. No, es el fin de la guerra; el fin de la hambruna. ¿Cómo es posible?”, dice el Señor.

El Espíritu del Señor dice: “Levanten sus manos y abran sus bocas”. Hay miles de personas mirándolos ahora mismo por internet desde todo el mundo, esperando oír lo que el Señor tiene para decir.

Dios dice: “Dirán que hay vida, los científicos dirán que encontraron vida en los planetas, pero se probará una vez más la existencia del Reino del Señor. Invadiré la ciencia, traeré desde la tierra la cura para muchas enfermedades. Los ángeles están llegando a esta nación y a las naciones de la tierra para traer luz”.

Dios dice: “Clamaste por un profeta y rescaté a muchos de ustedes; rescaté a sus familias. Algunos de ustedes no comprendieron mis caminos, pero prepárense porque esto será conocido. El año 2009 se conocerá como el año de las festividades, el año de las festividades. Ellos dicen: ‘¿Por qué este sería el año de las festividades? Hay muchas cosas que están mal”.

Pero Dios dice: “No, porque mi Reino se está presentando y será conocido como la sombra de la luz, porque traeré una luz inusual a mi Iglesia, a mi Reino y a toda la tierra”.

Dios dice: “Aún la sombra de Pedro impactaba a los enfermos y eran sanos. Lo que enviaré no es sólo un avivamiento, será tan único y tan inusual que esta manifestación ocurrirá a través de una simple sombra: la sombra de luz. Porque viste cómo cambié las cosas que te rodean. Ahora mientras entras en el 2009, traigo sobre tu vida festividades y regocijo. Oye, habrá una muerte en el 2010 y será la muerte de las deudas”.

Dios dice: “Hay un monte que le estoy por entregar a mi Pueblo que les dará acceso a cada arena de la vida. Pero necesito alguien como Caleb que levante sus manos y declare: No tengo temor de tomar ese monte”.

Dios está abriendo una puerta que ningún hombre puede cerrar

Es el final del año 2008 y se está por cerrar una puerta, pero otra clase de puerta está a punto de abrirse y ningún hombre la podrá cerrar.

Dios dice: “Por todo este edificio, por toda la tierra, para todos aquellos que la reciban: Estoy abriendo una puerta que ningún hombre puede cerrar. No tomes a la ligera a Aquel que tiene la llave, al que sostiene la llave de David”.

Se está abriendo el misterio de Dios. Dios dice: “Este es el día final, este es el tiempo final; harás cosas más grandes que la gran nube de testigos que te rodea. Ningún hombre podrá mantenerse delante de mis escogidos. Ningún hombre puede encender un fuego sin la revelación del Cuarto Hombre. América, estoy a punto de mostrarme en la ciencia y desde tu territorio junto al de otras tres naciones; descubrirán, descubrirán, descubrirán y el cáncer dejará de ser una fuerza que se oponga a cualquier tratamiento para la humanidad”.

Muchos de los que están mirando dicen: “Kim, estoy sumergido, estoy metido dentro de algo”. Dios me dijo que te dijera: “Te estoy entregando una llave para tomar de Mí lo que guardo en mi mano desde hace mucho tiempo: Es sólo para ti. Sostengo en mi mano lo que debes tomar de Mí y lo guardé para tiempos como este”.

Profetizado el 2 de Enero del 2009 en San José, California:

Oigo el sonido de la abundancia

Estamos llegando, como en el día de Pentecostés, cuando hubo el sonido de un viento recio. Ese sonido debe volver a sonar. ¿Por qué? Para cautivar al inconverso, al agnóstico, al ateo, al científico, al economista, al socialista, al capitalista, etc. Dios dice: “Es tiempo de capturar tu atención. Hay un sonido, por lo tanto, recíbelo esta noche. Abre tu boca y ora para recibirlo”.

Estamos capturando algo. Soy un profeta, debo capturar algo. Esta tarde cuando oraba, supe que Dios haría lo que dijo.

Él le dijo al rey Acab cuando terminó la sequía: “Levántate, come y bebe porque se oye el sonido de una lluvia abundante”. No había evidencia alguna de lluvia, pero por la palabra del profeta y por actuar en unidad, oyó el sonido de la abundancia, Acab comió y bebió como si no hubiera hambruna ni sequía.

No había nubes en el cielo, no había evidencia de lluvia, pero Acab fue y actuó porque el profeta dijo: “Ve y haz lo que harías en gran prosperidad. Come y bebe como si estuvieras repleto de agua y alimentos”. Y Acab comió. Elías se sentó y le dijo a su siervo: “Mira hacia el mar”. El siervo regresó y dijo: “No hay nada”. Pero Elías declaró: “Oigo el sonido de la abundancia”.

Literalmente, hay miles de personas que nos están viendo por Internet, uniéndose a nosotros en este salón: “¿Qué dice el profeta?”. El profeta dice: “Oigo el sonido de la abundancia”. Algunos de ustedes dicen: “No tenemos evidencia. La única evidencia que tenemos son los medios de comunicación que nos dicen que hay recesión”. Dios dice: “¿Qué reino te controla? ¿Qué reino te dicta lo que debes hacer? ¿Qué reino te dijo esto?”.

Acab ve, come y bebe. El rey, basado en lo que dijo el profeta: “Oigo el sonido”, actuó y comenzó a actuar como si no hubiera hambruna. El siervo fue y miró dos veces, tres veces, cuatro veces, cinco veces y no había señales de la abundancia, ni trazos de la lluvia. La sexta vez, su viaje en la carne llegó a su final.

Llegamos al final del viaje carnal. Llegamos al final de nuestro período de guerra y al final de la temporada de sequía. Quizá dices: “¿Cómo puede ser esto? Lo que nos están diciendo es contrario a lo que tú dices, profeta”.

Oigo el sonido de milagros inusuales

Pero Dios no les está hablando a aquellos que están sordos, sino a los que tienen oídos para oír lo que el Espíritu tiene para decir. Oigo el sonido de la abundancia, oigo el sonido de lo milagroso y oigo el sonido de milagros inusuales. No endurezcas tu corazón diciendo: “Esto no sucederá porque ya se dijo antes”.

Dios dijo: “Este es el momento y este es el tiempo. ¿Qué oye el profeta?”. El profeta oye el sonido de lo milagroso, el sonido de la restauración, el sonido de los milagros inusuales, el sonido de los milagros creativos, el sonido de “Dios es el que Es”. ¡Oigo el sonido de la abundancia!

Oirá la voz del Señor a pesar de lo que diga el enemigo. Hay una mujer internada en el hospital justo ahora y está a punto de recibir una cirugía mayor, pero Dios está reemplazando sus órganos. Aún la ciencia médica hará descubrimientos este año y tus campos ofrecerán grandes milagros, Dios impactará este mundo con los milagros más inusuales que ocurrieron alguna vez.

Kim, ¿qué nos estás haciendo? Entregándoles el Espíritu, entregándoles el Reino. Cuando David tocó el arpa, los demonios se alejaron de Saúl. ¿Te das cuenta que esta noche, posiblemente en tu casa o en tu trabajo, donde una fuerza demoníaca impedía tu progreso y detenía tu avance hacia el futuro, postergando tu promoción, está siendo removida por tu adoración “Davídica”?

Kim Clement

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