jueves, 21 de octubre de 2010

“Liberándote de la mano que te estrangula”

Por Luke Holter

clip_image001Los últimos meses estudié la creación y el poder creativo de Dios como en relación a toda la creación. Sentí como si el Señor me estuviera dando una revelación sobre un área que sacudió por completo mi manera de interactuar con Dios y con la gente.

Estudié la historia de Sansón y aprendí que la palabra hebrea para la “fuerza de Sansón”, es la misma palabra para Espíritu Santo. La palabra hebrea que describe la fuerza de Sansón es Ruaj y significa literalmente viento o espíritu de Dios. En Jueces 14:19, podemos ver que el “Espíritu” (o el Ruaj) del Señor, tomó control de Sansón y fue hacia Ascalón y mató a treinta de sus hombres.

Hablé con muchos santos que estuvieron peleando contra el espíritu de depresión que los llevó hasta el final. La gente literalmente sintió como si la depresión estranguló el color y la belleza en sus vidas y sus congregaciones. Yo mismo tuve que pelear contra esta atadura cerrada y hermética. Finalmente el Señor me ayudó a vencer y ahora sé que quiere ayudarlo a usted también.

Cuando meditaba en oración, conversando con el Espíritu Santo, me habló y me dijo: “¡Tienes la habilidad para pedir que te dé fuerzas para vencer! Me necesitas para ayudarte a resistir al pecado, perseguir la santidad, adorar a Dios o aún amarlo a Él. ¡Soy el Espíritu de adopción! Tengo la habilidad por medio del acto de salvación para activarte como hijo de Dios. Activo las promesas de Dios en tu vida”.

Aunque pueda sonar simple, esta realidad penetró mi corazón. Me di cuenta que el Espíritu Santo activa las promesas de Dios. Esto significa que cada promesa que Dios nos entrega en la Palabra, es accesible para nosotros por medio del Espíritu Santo. La Palabra penetra el terreno de nuestro cuerpo, mente y alma, pero el Espíritu Santo hace llover sobre esa semilla, haciéndola brotar.

El Señor me dijo: “¡Hay demasiada vida dentro de ti esperando el momento para brotar!”. Tenemos tesoros escondidos en vasos de barro y el Espíritu Santo puede exponer esos tesoros cuando los necesitemos. Así como Sansón necesitó fuerzas para vencer, nosotros necesitamos fuerzas para vencer. ¡Necesitamos que el Ruaj sea nuestra porción! Sentí que el Espíritu Santo dijo: “Puedes clamar a Mí para que te ayude”.

El viaje

El Espíritu me guió hacia el pasaje de Isaías 6, donde dice: “Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Todopoderoso, toda la tierra está llena de su gloria”. El Espíritu Santo me llevó en un viaje donde me mostró toda la tierra llena de la gloria de Dios. Cada fibra y molécula estaba llena de la gloria de Dios. Me di cuenta que todos tenían la gloria de Dios escondida en sus cuerpos, mentes y almas. Cuando el Espíritu Santo sople sobre ella, la gloria de Dios podría literalmente brotar en algunos, guiándolos hacia la salvación.

Pude ver a todos los pecadores recibiendo revelación al mismo tiempo, mientras la gloria de Dios brotaba en ellos y los guiaba hacia la salvación. Luego el Espíritu Santo me llevó hacia un hospital y me encontraba en el consultorio del doctor, mientras diagnosticaba en la gente toda clase de enfermedades terminales. Comencé a caminar por ahí y a clamar para que se manifieste la gloria de Dios en cada uno. En ese momento comenzaron a sanarse.

Luego el Espíritu Santo me llevó en una visión hacia una escena de Hechos 5:12-16: Por medio de los apóstoles ocurrían muchas señales y prodigios entre el pueblo; y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en el Pórtico de Salomón. Nadie entre el pueblo se atrevía a juntarse con ellos, aunque los elogiaban. Y seguía aumentando el número de los que creían y aceptaban al Señor. Era tal la multitud de hombres y mujeres, que hasta sacaban a los enfermos a las plazas y los ponían en colchonetas y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos. También de los pueblos vecinos a Jerusalén acudían multitudes que llevaban personas enfermas y atormentadas por espíritus malignos, y todas eran sanadas.

Había tanta fe que la sombra de Pedro sanaba a los enfermos y los quebrantados. Esto fue porque el cuerpo físico de Pedro y la gloria de Dios estaban ligados literalmente. Toda la tierra está llena de su gloria. Cuando edificamos una relación de intimidad con Jesús, caminamos en un nivel real de gloria y poder.

¿Nos sentimos desafiados a creer? Esta es la pregunta real que el Espíritu Santo nos hace. ¿Se siente desafiado a creer que es parte de la generación actual que caminará en la belleza, el poder y el amor de Jesús sobre la tierra? Toda la creación espera con gran expectación la revelación de los hijos de Dios. ¿Permitiremos que la verdad penetre nuestros corazones? ¿Seremos revelados? ¿Permitiremos que el Espíritu Santo sea nuestra porción y nos lleve de fortaleza en fortaleza?

Luke Holter

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