jueves, 28 de octubre de 2010

Pariendo los milagros: Prepárese a dar a luz los sueños de Dios

Por Paulette Reed

clip_image002Durante el año 2010, creo que veremos la multiplicación de las obras milagrosas de Dios. Mientras Él levanta una gran compañía de mujeres (Salmo 68:11), también está reuniendo hombres para que la procreación y el nacimiento de los sueños, sea sobrenaturalmente natural.

Jesús vino a dar vida… abundantemente y la vida se crea por división y multiplicación. Cuando un bebé se desarrolla, las células se dividen y multiplican para formar el “sueño”. Aún Elohiym se dividió a sí mismo para poder multiplicarse. Aún sigue haciendo lo mismo el día de hoy, multiplicándose a sí mismo mientras forma a Cristo en nuestras vidas, hasta cubrir la tierra con el conocimiento de su gloria.

¡Me encanta que nuestro Padre celestial nunca se da por vencido con nosotros! Gálatas 4:19 dice: “Queridos hijos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes”. Amado, el Espíritu Santo se está moviendo sobre su pueblo, el poder del Altísimo está esperando el término de la gestación de las semillas depositadas milagrosamente en los vientres espirituales de muchos. ¡Es tiempo que ocurran los nacimientos santos!

Prepárese para parir los sueños de Dios

Desafortunadamente, la necesidad única de procrear los milagros estuvo ausente muchas veces en el Cuerpo de Cristo, porque los hombres y las mujeres no sirvieron en unidad. Como sabemos, Jesús y el Padre son uno. Este es el único camino por el cual podemos alcanzar nuestra verdadera individualidad al mezclarnos unos con otros. Aunque esto sea una paradoja. Pero Jesús dijo: “Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno” (Juan 17:22). Por tanto, no fuimos creados para vivir y funcionar independientemente, sino con interdependencia. De hecho, la Iglesia misma nació de la unidad de los 120 (hombres y mujeres) en el aposento alto.

Durante este tiempo de restauración, las semillas milagrosas en los vientres del pueblo de Dios están esperando para explotar con las buenas nuevas. Pero mientras estamos en trabajo de parto, el tiempo y la posición apropiada son cruciales. Mientras una gran compañía se prepara para dar a luz los sueños de Dios, es importante que estén cubiertos y nutridos por los hombres de Dios. ¡Como uno y para uno!

Amigos, si esto parece oscuro por un tiempo, afírmense mientras el Creador los cubre. Proteja estos sueños en su corazón.

Corra con sus sueños

Mientras caminamos en un tiempo de fructificación, recuerde que es importante encontrar a alguien con quien compartir los sueños de Dios. Por supuesto, no debemos compartirlos con aquellos que puedan tratar de matar a los recién nacidos. En lugar de ello, debemos encontrar a aquellos en los que confiamos y comparten nuestra manera de pensar. ¿Recuerda cómo la virgen María corrió donde Elizabeth para compartir con ella sobre el nacimiento de su milagro? Las Escrituras dicen que María se apuró y corrió con su sueño. Cuando lo hizo, el milagro saltó dentro del vientre de Elizabeth, ¡Alleluya! De hecho, Lucas 1 dice que Elizabeth fue llena con el Espíritu Santo. Amado, María encontró alguien con quien compartir la carga del testimonio de la verdad.

Me siento triste cuando oigo a la gente hablar de sus sueños, a menudo con palabras proféticas que los cubren, pero sin hacer nada acerca de ellos. Amigos, seamos como María, oigamos la Palabra de Dios, creamos, oremos y luego activemos nuestras rodillas y nuestros pies para correr por nuestras promesas. Tengamos en mente que aquellos que Dios pone a nuestro alrededor, pueden ser nuestras parteras espirituales. Pueden ser las personas que Dios envía para ayudarnos a proteger nuestro “bebé”, como ocurrió con Moisés en Éxodo 1.

Mientras ora para entrar en trabajo de parto por su milagro, veamos algunos de los procesos necesarios para que ese gran evento pueda ocurrir.

Preparación

En primer lugar, la preparación es crucial. Si el bebé/sueño es demasiado pequeño, el Señor podrá hacerlo esperar en lo oculto, dentro del vientre de Dios, hasta que crezca. Él traerá a otros a su alrededor para alimentar y nutrir el sueño, infundiéndole amor para hacer que crezca el milagro. Si el bebé/sueño es demasiado grande, el Gran Doctor puede darle más apoyo. La parturienta (usted) debe mantenerse en paz, por eso confiar en la guía de los demás es muy importante. ¡Enfóquese en Jesús!

Digamos, por ejemplo, que un sueño enorme está depositado en una Iglesia o ministerio pequeño, luego el Cuerpo debe mantenerse en unidad, como si fueran fuertes en número. Es por medio de su intercesión que se apartan los impedimentos para que el parto sea suave.

No desprecie los pequeños comienzos. Recuerde, todo lo que ve ahora estuvo escondido hasta el momento de su nacimiento. Los sueños se manifestaron en lo visible desde lo invisible. Mientras pesa estas cosas en su corazón, ¿puede visualizar al hermoso bebé/sueño para que se pueda ver? Trate de pensar que su imaginación santificada es la imagen del Ultrasonido del Padre celestial.

Posición

La humildad es la posición perfecta para que pueda nacer cualquier milagro. Quién sabe, quizá sea guiado hacia un pequeño establo en lugar de ir a una maternidad de alta complejidad. Los comienzos humildes son de Dios, aún su Hijo se vació a sí mismo y se hizo pobre por causa nuestra. En otras palabras, dejó a un lado la gloria y se ubicó voluntariamente bajo en poder de su Padre. Supo que debía aceptar las penalidades, el aislamiento, el maltrato y la incomprensión, fue enviado como amor para los hombres sin amor. Vino para que en su pobreza, pudiéramos ser ricos.

Veamos la posición de Elías. Ciertamente, su posición humilde en 1 Reyes 18 no es una coincidencia. La Palabra inspirada nos muestra una posición importante a la hora de parir. ¡Se llama oración! Inclinarse y mantenerse así es extremadamente significativo con Cristo mismo, así como con Elías. En 1 Reyes vemos a Elías inclinado. Estaba orando para que retornaran las lluvias de bendición sobre Israel. ¿Necesitamos que regresen las lluvias de bendiciones sobre la Iglesia hoy? Pujar funciona. La posición y la persistencia de Elías dio su fruto. ¿Qué de Moisés, el hombre más humilde sobre la tierra que guió a dos o tres millones de personas?

Amigos, les estoy diciendo que el avivamiento que viene requerirá una mega gracia para sostenerse, por eso debemos humillarnos, porque sabemos que Dios le da gracia a los humildes.

Sólo cree

Lucas 1:37 dice: “Nada es imposible para Dios”. Alleluya, la expectación es el invernadero para los milagros. Habrá momentos durante el embarazo de la visión donde clamaremos, “Señor, creo. Ayúdame en mi incredulidad” (Marcos 9:24). Esto está bien. El Señor sabe que esperar puede ser incómodo y dificultoso, pero no abandone. El tiempo de Dios es perfecto y siempre libera sus promesas. Él no es un hombre para mentir.

Mientras espera, recuerde que es crucial hablar palabras de vida sobre sus sueños y no vice versa. Recuerde a Zacarías en Lucas 1. Él era un sacerdote en el templo judío y junto a su esposa Elizabeth, eran gente muy santa. Oraron por un hijo, pero nunca pudieron ser capaces de tener uno y ahora eran demasiado viejos.

Luego, apareció el ángel Gabriel. Zacarías tuvo miedo, pero el ángel le dijo: “No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabeth te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento, porque él será un gran hombre delante del Señor. Jamás tomará vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde su nacimiento. Hará que muchos israelitas se vuelvan al Señor su Dios. Él irá primero, delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y guiar a los desobedientes a la sabiduría de los justos. De este modo preparará un pueblo bien dispuesto para recibir al Señor” (Lucas 1:13-17).

Zacarías debía tener fe y agradecerle a Dios por las buenas noticias, pero no estaba convencido. Le dijo al ángel que él y Elizabeth eran demasiado viejos como para tener hijos. Debido a esta falta de fe, el ángel le dijo a Zacarías que no podría hablar hasta que naciera su hijo. Ahora sabemos que en la lengua está el poder de la vida, por eso Zacarías no pudo hablar palabras de muerte. Dios lo enmudeció para que no pudiera dar lugar a la incredulidad.

Asumir una posición de fe, así como permanecer sentado en los lugares celestiales, es crucial para dar a luz los milagros. ¿Dónde estamos sentados? Conforme a Efesios 2:6, en lugares celestiales. Este es el lugar más seguro donde podemos estar para que nuestros sueños no se entorpezcan o impidan por los obstáculos terrenales. Amado, ¿se encuentra en posición para dar a luz la vida/avivamiento?

Puje, puje, puje

En lo natural, el embarazo puede ser divertido y excitante durante los primeros meses. Queremos correr y compartir nuestro gozo con nuestros amigos y familiares. Cantamos, danzamos y decretamos algo que se debe establecer (Job 22:28). Ah, pero los tiempos finales parecen ser los más difíciles. No más danzas y no más carreras, el sólo hecho de atarnos los zapatos parece demandarnos esfuerzos tremendos.

Parir en el Espíritu puede ser como eso. Pero amado, no se desespere por hacer las cosas bien. En Isaías 66:9, la Palabra nos muestra que servimos a un Dios que libera. Dice: “¿Podría yo abrir la matriz y no provocar el parto?, dice el Señor. ¿O cerraría yo el seno materno, siendo que yo hago dar a luz?, dice tu Dios”.

Amado, le digo hoy que aún cuando sea difícil y requiera mucho esfuerzo, ¡puje, puje, puje! ¿Qué sucede si los sueños de Dios no se dan a luz? Qué triste sería que sus propósitos no se cumplieran. Qué triste que un toque del Cielo no llegara a la tierra porque alguien tiró la toalla.

Manténgase conectado con el cordón umbilical celestial y alimente su espíritu para que sus sueños se puedan nutrir. El mundo necesita la multiplicación de milagros. Las naciones devastadas necesitan un par de panes y algunos peces. Este es el tiempo, esta es la hora para que la Iglesia brille para Jesús.

Escrituras para meditar:

Semana uno: Salmo 68:11

Semana dos: Lucas 1

Semana tres: Efesios 2 y 3

Semana cuatro: Job 22:28

Paulette Reed

1 comentario:

Unknown dijo...

No sabe cuanto me ha ayudado su artículo mi posición es muy compleja pero se me ha revelado que debo parir a muchas almas y me daba miedo hoy gracias a ud logre borrar mis dudas gracias