Por Doug Addison
Este
tiempo es importante cada año porque proféticamente establece el curso para lo
que vendrá el año que viene. Es el tiempo entre el
Año Nuevo judío, llamado Rosh Hashanah (21–22 de Septiembre de 2017), y el Día
del Perdón, llamado Yom Kippur (30 de Septiembre de 2017). Aunque ya no estamos
bajo la Ley de Moisés, Dios sigue operando sobre el calendario judío.
Nuestro libro en el Cielo reconciliado
Nos encontramos en el tiempo de cosecha que se nos prometió hace dos años (y
más allá). Lo que parecía tener un retraso de dos años, en realidad fue parte
del plan de Dios para fortalecernos y alinearnos para este nuevo tiempo. Malaquías 3:16 dice: “Los
que temían al Señor hablaron entre sí, y él los escuchó y les prestó atención.
Entonces se escribió en su presencia un libro de memorias de aquellos que temen
al Señor y honran su nombre”.
Dios atrapó nuestras
oraciones y nuestras lágrimas en un rollo o un libro para recordarlas, ahora
estos libros se están reconciliando en el Cielo. Dios no se olvidó de nuestras oraciones ni de las cosas
que nos prometió. Septiembre será el comienzo de una gran
reconciliación de las cosas olvidadas. Esto determinará un tiempo de
renacimiento para muchas personas. El
avivamiento y la renovación personal vienen sobre aquellos que fueron
preservados a través de la tormenta.
Malaquías 3:17-18 dice: “El día que yo
actúe ellos serán mi propiedad exclusiva, dice el Señor Todopoderoso. Tendré
compasión de ellos, como se compadece un hombre del hijo que le sirve. Y
ustedes volverán a distinguir entre los buenos y los malos, entre los que
sirven a Dios y los que no le sirven”.
El cambio que viene hará que todos los que aman a Dios sean promovidos
hacia nuevos niveles. Amar es el mayor mandamiento de Dios y su amor es un don que podemos dar y
recibir. Muchos abandonaron el amor y permitieron que el odio entrara en sus
corazones. Dios traerá un cambio y soltará nuevos niveles de su amor por la
gente.
Qué esperar este año
Dios nos revelará en
los próximos meses las cosas que necesitamos para el nuevo año. El 2018 es un año importante porque es el tiempo de
alineamiento para el avivamiento que viene. Dios
se está moviendo sobre la gente que fue herida o rechazada por el cristianismo
o fueron desechados por la Iglesia actual. Hay más de un billón de personas
maduras y listas para este nuevo mover. Dios está buscando gente rendida, así
como los primeros discípulos soltaron sus redes, sus negocios y sus familias
para seguir a Jesús. Dios se moverá sobre
gente que anhele apartarse de los métodos del pasado que perdieron efectividad
y se afirmen en las nuevas estrategias que vienen desde el Cielo.
Avivamiento de lo nuevo, no de lo viejo
Isaías 43:19 dice: “¡Voy a hacer algo
nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el
desierto, y ríos en lugares desolados”.
Dios está soltando algo totalmente nuevo desde el Cielo. Estamos a punto de
experimentar un avivamiento asombroso que fue profetizado por décadas. El profeta Bob Jones y otros vieron un avivamiento similar al
Movimiento de Jesús en los 1970’s. Este movimiento fue ofensivo para la Iglesia
y para los cristianos de su tiempo. Más de un billón de personas integran la
lista para ser conectadas con este avivamiento. Esto requerirá amor y gracia para alcanzar a aquellos que fueron
heridos y alejados de Dios o terminaron en tinieblas profundas. Dios
es amor y Jesús dijo que el mayor mandamiento es amar.
1 Corintios 13:2 dice: “Si tengo el don de
profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo
una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada”.
Debemos cuidarnos del avivamiento reciente de odio. Las fuerzas demoníacas de violencia y división se
soltaron sobre la Tierra durante el año pasado. Esto es exactamente lo opuesto a lo que Dios está por soltar. Satanás
con frecuencia se opone y tratará de detener los avivamientos y el movimiento
de Dios, antes que se manifiesten. Esto ocurrió por todo el
mundo, como un brote repentino de la ira y la venganza que entraron en los
corazones de muchas personas. Pero el plan de
Dios es desatar un avivamiento de amor y gracia.
Los
temblores que ocurren
Hebreos 12:28-29 dice: “Así que nosotros, que
estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por
esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente, porque
nuestro ‘Dios es fuego consumidor’”.
Dios también está sacudiendo las cosas para que nuestro fundamento sea
establecido firmemente y seremos capaces de manejar los nuevos niveles de la
unción que vienen sobre nosotros en los próximos meses. Esto no busca herirnos, sino fortalecernos y prepararnos para las cosas
asombrosas que vienen. ¡No mire la tormenta, mantenga sus ojos en lo que viene!
Bendiciones,
Doug Addison
(www.elijahlist.com)
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