jueves, 28 de septiembre de 2017

“Prepárese para lo nuevo, lo inusual y lo sorprendente”


Por Nate Johnston

Isaías 43:19 dice: “¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados”.

El mayor conflicto que tenemos cuando Dios nos lleva por un proceso de transición, es desprendernos de lo viejo y aceptar lo nuevo. Sin embargo, los mayores frutos vienen por la rendición continua. Oro para que esta palabra lo aliente a reconocer que Dios está haciendo algo significativo en su vida y requiere que usted se desprenda de lo viejo y se aferre a lo nuevo. Quizá deba entregar lo que está acostumbrado a ver y aceptar lo presente. Mientras lo hace, creo que Dios lo agitará, lo volverá a encender y lo guiará a través de puertas nuevas que no se imaginaba que lo estaban esperando.

El tiempo del que rompe
Durante las últimas dos semanas el Señor me estuvo hablando sobre el nacimiento de un nuevo tiempo que viene sobre nosotros, donde veríamos cosas que nunca antes experimentamos en el Cuerpo de Cristo. Específicamente, el Señor resaltó a los pioneros, aquellos que se atrevieron a ser vasos de la ingenuidad del Reino, para manifestar los catalizadores que guiarán a la Iglesia hacia un crecimiento exponencial. Este es el momento para que los reformadores experimenten verdaderamente lo que solo vieron en el espíritu. Le pregunté al Señor cuál era el propósito y el significado de lo que se desataría y se revelaría. Entonces pude oír la frase “el que rompe” en mi espíritu.

Miqueas 2:13 dice: “El que abre brecha marchará al frente, y también ellos se abrirán camino; atravesarán la puerta y se irán, mientras su rey avanza al frente, mientras el Señor va a la cabeza”.

La palabra hebrea para el que rompe es “parats” y significa apertura, avance, sobreabundante, amplio y próspero. Inmediatamente esto me habló de la naturaleza de lo que se manifestaría mientras entramos en el año nuevo Judío 5778. Lo que cargamos contiene el ADN y el potencial profético para los que rompen para la Novia.
El año 5777 fue de avance a través de una guerra continua, perseverando contra la resistencia que el enemigo trataba de imponer. Aun así, necesitaremos afirmarnos para estar armados y seguir avanzando. Creo que el año 5778 será el nacimiento de lo nuevo y la apertura de las puertas que antes estaban cerradas y ocultas, hacia un tiempo de innovación, creatividad y revelación que desencadenará un nuevo sonido en la tierra.

La piedad será la melodía
Hay un sonido que este nacimiento fresco del Cielo está soltando y es el que necesita llevar el Cuerpo de Cristo. Pocas semanas atrás surgió una canción espontánea durante la adoración, donde simplemente cantaba: “Tu piedad me revive, tu piedad me transforma, tu piedad me hace estar alineado con tu amor”. Luego el Señor me dijo: “Mi piedad es la melodía principal para este tiempo”.

El sabor y el sonido del Cielo que se está soltando es el conocimiento abrumador e ineludible de la piedad de Dios que inundará las naciones con el conocimiento de su amor y guiará a multitudes hacia Jesús. Mientras la gente está buscando un nuevo estilo de adoración, una nueva manera de producir y mezclar una canción, Dios está diciendo que el sonido que hará que el mundo se “detenga y escuche”, no es el estilo sino la frecuencia de la gracia y la piedad de Dios. Conocerán el sonido del Cielo cuando lo escuchen. No quiero ser la voz del juicio, el temor o la intimidación, sino el sonido que encarna y transporta el corazón del Padre para el mundo.

Fusionados o divididos
Pude ver la advertencia de este tiempo por la visión de una ruta que se fusionaba en una parte pero se dividía en otra. Comprendí que ahora tenemos la oportunidad en el Cuerpo de Cristo como crisis, hambruna, victoria y fiesta, para fusionarnos y unirnos o separarnos y dividirnos. El espíritu de confusión trató de provocar caos interminable para hacer que los creyentes se dividan y rompan lazos con otros, cayendo en decepción, inseguridad y desorientación. Las divisiones no solo nos costarán tiempo, también pueden abortar el sueño dentro de nosotros. ¡Debemos proteger lo que tenemos a cualquier costo!

Sin duda Dios está desafiando las maneras de pensar, señalando las áreas del corazón que no están completamente sumergidas en el amor del Padre. Mientras el Señor se mueve sobre nosotros, tenemos la oportunidad de fusionarnos y rendirnos, permitiéndole acceder a nuestra vida para sanar y alinear lugares que estuvieron bajo la influencia de una mentira.

Llamar a la partera
La noche que nació nuestra hija Sophie, hubo muchas mujeres que concurrieron a parir al hospital y las parteras no eran suficientes. Entonces Christy se sentó en la sala de espera con la esperanza que la llevara hacia un lugar apropiado para parir. Afortunadamente, luego de esperar algunas horas y sin estar seguros del resultado, llamamos a nuestra amiga y partera que condujo algunas horas para estar con nosotros y nos llevó hacia la sala de parto, donde nació Sophie. Esta semana recordé esto, porque mientras muchos comenzaron a sentir contracciones, hay tres claves que creo necesitamos conocer para asegurar la manifestación de lo que Dios estableció en nosotros para este tiempo.

1. Ritmo correcto. No corra al hospital demasiado pronto, porque el falso trabajo de parto puede hacerle creer que es el tiempo, cuando no lo es. Permita que Dios lo guie y resístase a correr o moverse demasiado pronto.

2. El lugar correcto. Muchos incluso abandonan en la sala de espera porque sienten que no se abrió nada para ellos o dan a luz en el lugar equivocado. Debe asegurarse de parir en el lugar donde Dios quiere. Rodéese de los que hablan de eso y lo nutren.

3. Llame a la partera. Más que nunca necesita del Espíritu Santo como en este tiempo de parición, pero también creo que Dios llamó a otros a nuestro alrededor para ser los compañeros durante el parto y los mentores que nos guiarán en nuestro destino. Alinearnos correctamente es clave porque Dios puede cambiar las relaciones enfermas y hacer espacios para las influencias correctas.

Este es un tiempo donde nuestro vientre saltará con esperanza y expectativa, guiándonos hacia el lugar de nacimiento y ver la realización de nuestros sueños tan esperados. Oro para que se manifiesten las cosas nuevas, lo inusual, lo que nunca ha visto, lo ingenioso, lo que está fuera de la caja y es notable, en el Nombre de Jesús.

Nate Johnston

(www.elijahlist.com)

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