jueves, 28 de septiembre de 2017

“¡Terminó el tiempo de las cosas a medias!”


Por Michael Van Vlymen

Como ocurrió con mucha gente, recibí algunas palabras proféticas asombrosas en los últimos años. Me excitaba cuando oía a Dios hablándome por sus profetas sobre sus planes maravillosos para mi vida. Con todo mi corazón, anhelo ver el cumplimiento de cada una de ellas para caminar en mi herencia en Cristo, pero no siempre ocurrió lo que esperaba. En esos tiempos busqué al Señor con mayor diligencia porque no tengo dudas que desea que caminemos en cosas que superan nuestros sueños más salvajes. Su Palabra así lo afirma.

Efesios 3:20 dice: “Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros…”.

Jeremías 29:11 dice: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”.

Recientemente Dios me recordó un tiempo cuando le pregunté si debería seguir adelante o descansar. Me guio al pasaje donde Jacob peleó con el ángel del Señor por una bendición. Génesis 32:26 dice: “Entonces el hombre le dijo: ‘¡Suéltame, que ya está por amanecer!’ ‘¡No te soltaré hasta que me bendigas!’, respondió Jacob”.

Esas palabras fueron una revelación para mi vida. No necesitamos seguir peleando con los ángeles por la bendición de Dios. Entonces le pregunté al Señor: “¿Qué me dices hoy?”. El Señor siempre me habla cuando estoy quieto y esa mañana en particular no fue la excepción. En algún punto entre mi tiempo de oración de la noche anterior y la madrugada del 6 de Julio, el Señor me mostró una visión.

La visión
Me encontraba en un área extensa y amplia con una gran cantidad de creyentes, como si estuviéramos en una conferencia, con mucha gente dando vueltas alrededor. Algunos estaban orando y otros esperaban que las cosas comenzaran. Algunos estaban anunciando sus títulos y esperaban un reconocimiento personal, antes de hacer lo que se suponía debían realizar. Había gente de todas las edades y nacionalidades, y todos anticipaban un evento muy significativo.

Mientras sobrevivía a la atmósfera y a la gente que me rodeaba, caminaba y oraba. (A mi esposa y a mí nos encanta hacer largas caminatas de oración por nuestro vecindario. En esos tiempos con frecuencia entramos en un lugar profundo en el espíritu. En la visión parecía ocurrir lo mismo). Cuánto más caminaba en la visión, más me daba cuenta que la atmósfera que me rodeaba era oscura, pero no me abrumaba. En lugar de ello, era lo suficientemente oscura como para dificultarme seguir por el camino. Por fe continué caminando y orando, confiando que Dios guiaría mis pasos.

Cuando hice esto, comenzó a brillar una luz azul hermosa como un zafiro dentro del camino y alumbraba lo suficiente como para mantenerme en el camino. Mientras continuaba, sentí que mis oraciones tenían más poder porque ya no estaba distraído por las tinieblas que me rodeaban y mi mente no vagaba, si era capaz de mantenerme en el camino. El Señor me facilitó las cosas.

Salmo 119:105 dice: “Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero”.

Éxodo 24:10 dice: “… y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había una especie de pavimento de zafiro, tan claro como el cielo mismo”.

En este punto el Señor me dijo: “Se terminó el tiempo de las cosas a medias”.

La revelación
Mientras reflexionaba sobre estas palabras, recibí esta revelación: “Toda la gente que me rodeaba estaba esperando algo. Algunos fijaron su atención en el Señor, pero otros estaban distraídos. El Señor me dijo que este es el tiempo para estar absolutamente consciente y apasionado por las cosas de Dios. No permita que el ruido y las distracciones de las cosas del mundo le puedan robar su atención en esta hora crítica. Establezca todos sus afectos sobre las cosas de arriba y no se deslice por nada de lo que este mundo le pueda ofrecer”.

Colosenses 3:2 dice: “Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra”.

Una medida completa de bendiciones
Luego el Señor me reveló que la medida completa de su presencia, su poder, su unción y su provisión, se está soltando en esta hora. El Señor me mostró que demasiadas personas estuvieron viviendo su provisión a medias. Muchos hijos de Dios estuvieron luchando para proveer para las necesidades de sus familias o ministerios, preguntándose cuándo Dios cumpliría sus promesas en ellos. Muchos están viendo sanidades milagrosas un día y al siguiente nada.

Las palabras volvieron a resonar en mi espíritu: “Se terminaron los días de las cosas a medias”. Permítame alentarlo. Vuelva toda su atención y afecto al Padre en esta hora. Está llegando e incluso ahora se está comenzando a ver, una impartición de todo lo que necesitamos para hacer las cosas que Dios estableció para cada uno de nosotros. Dios llenará esa pasión dentro de nosotros.

Hageo 2:9 dice: “‘El esplendor de esta segunda casa será mayor que el de la primera’, dice el Señor Todopoderoso. ‘Y en este lugar concederé la paz’, afirma el Señor Todopoderoso”.

Dios lo usará como jamás se imaginó. ¡Lo está esperando una medida completa en su camino! ¡Prepárese porque viene

Michael Van Vlymen

(www.elijahlist.com)

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