Por Dr. Bruce Cook
Varios profetas bien conocidos en
el Cuerpo de Cristo proclamaron que el 2018 sería un año extraordinario de cambios radicales,
puertas abiertas, cumplimiento y abundancia. Compartí esta palabra
como una confirmación de lo que está ante nosotros para alentar y fortalecer al
Cuerpo de Cristo a nivel global, especialmente a los emprendedores cristianos,
los hombres de negocios y los líderes financieros, gubernamentales y dentro de
la Iglesia.
Los que tienen un
mandato del Evangelio saben que este es un tiempo de nuevas estrategias, nuevos
campos y plantíos para una cosecha. Para los santos que están llamados al
mercado, este es el tiempo para desarrollar planes para aumentar la influencia
del Reino sobre los 7 montes de la influencia cultural (artes y
entretenimiento, negocios y economía, educación, familia, gobierno y leyes,
medios de comunicación y religión).
Sin embargo, mientras
los líderes de Dios desarrollan estrategias y caminos para expandir el
territorio en sus montes o esferas de influencia, es importante recordar que el
éxito final depende de su familiaridad con el Monte
del Señor, también conocido como el octavo Monte. Pasaron casi 43
años desde Agosto de 1975, cuando Loren Cunningham, Bill Bright y Frances
Schaeffer recibieron por separado una visión casi idéntica sobre los 7 Montes. Aun
así, luego de más de cuatro décadas, todavía no hemos visto una transformación
significativa y sustentable en la sociedad. ¿Por qué?
“Una ‘vida abundante’ es
una vida bien vivida: Una vida de servicio hacia los demás, una vida de
influencia, propósito y destino”
Relevancia vs. Enfoque en el Rapto
Durante décadas, la
Iglesia y muchos teólogos se estuvieron haciendo esta pregunta e impartiendo
una enseñanza uni-dimensional: “¿Está listo para el rapto?”. El resultado ha sido una Iglesia que, en una
amplia extensión en tiempos modernos, ha visto al Cielo y se ha enfocado en el
como algo exclusivamente reservado para el futuro y no disponible para nosotros
en el presente. Afortunadamente, esa actitud y esa manera de pensar comenzaron
a cambiar en los últimos años, en parte a través de los escritos y videos de Rick
Joyner, Bill Johnson, Lance Wallnau, Johnny Enlow, Kathie Walters, Kat Kerr,
Shawn Bolz y muchos otros, además de los ministros de los medios de
comunicación como Patricia King, Steve Shultz, Steve Strang y Sid Roth.
Más aún, para la
mayor parte, con algunas excepciones notables, la Iglesia moderna ha visto y
tratado con la cultura, el mercado y el gobierno como algo peligroso, secular y
contaminado. La actitud prevaleciente ha
sido que se debe tolerar y resistir la cultura como algo necesariamente
malvado. Se debe impedir o minimizar el contacto o involucrarse con ella, tanto
como sea posible.
¿Dónde están los campeones culturales hoy?
No es sorprendente
que la cultura moderna haya experimentado un deterioro significativo y un
declive moral durante los últimos 75 años, mientras la Iglesia fue perdiendo influencia
y relevancia ante los ojos de la sociedad y las élites culturales. Dios no es
un ser uni-dimensional y tampoco el Reino, pero el mundo en el cual vivimos es
uni-dimensional. ¿Dónde están los Martín Lutero, los George Washington, los
William Wilberforce, los Abraham Kuyper, los Abraham Lincoln, las Harriet
Tubman y los Martin Luther King Jr de este tiempo?
Afortunadamente, Dios está levantando campeones culturales desde la Iglesia
para comenzar a revertir esta tendencia y volver a conectar a la cultura
Occidental con la herencia y los valores de sus raíces judeo-cristianas.
Yahweh es un Dios personal y desea intimidad
Podemos tener una
relación real y personal con Dios ahora mientras estamos en la tierra, así como
ocurrió con Jesús durante su vida terrenal y como ocurrió con otros santos como
Job, Noé, Abraham, José, Moisés, Josué, Daniel, Ester, David, Elías, María la
madre de Jesús y los primeros apóstoles.
Desarrollar una
relación fuerte y vibrante con el Dios viviente es un derecho y una
responsabilidad básica de cada ciudadano del Reino, los hijos e hijas
espirituales del Rey de reyes y Señor de señores. Los líderes espirituales
efectivos conocen a Dios de una manera íntima, en lugar de conocerlo solo a
nivel intelectual o emocional. Los que
caminan en esta realidad tendrán una ventaja competitiva sobre otros y harán
una diferencia crucial en la transformación de la cultura.
Conocer a Dios y
tener comunión con Él es parte de nuestra mayordomía básica, nuestro derecho de
nacimiento y nuestra herencia como hijos de Dios, y coherederos de la gracia,
la salvación, la vida eterna y el Reino de los cielos, junto con nuestro
hermano mayor Jesús. Así como Abraham y
Enoc fueron conocidos por ser amigos de Dios, David fue descripto como un
hombre con el corazón de Dios y el Señor Dios caminó con Adán y Eva en el Edén
cuando refrescaba el día, nosotros debemos desarrollar y cultivar nuestra
propia relación de intimidad con Dios.
El Jefe de los montes
En las Escrituras los
montes se refieren a los reinos, autoridad, gobierno y dominio. Miqueas 4 e
Isaías 2 hablan del Monte del Señor, siendo exaltado entre los demás montes y colinas,
esto significa entre los reinos y los dominios de la tierra. El Monte del Señor
es el “Jefe
de los montes”, el monte que gobierna sobre los otros montes.
Miqueas 4:1 dice: “En los últimos días, el
monte del templo del Señor será puesto sobre la cumbre de las montañas y
elevado por encima de las colinas. Entonces los pueblos marcharán hacia ella…”.
Amós 4:13 dice: “He aquí el que
forma las montañas, el que crea el viento, el que revela al hombre sus
designios, el que convierte la aurora en tinieblas, el que marcha sobre las
alturas de la tierra: su nombre es el Señor Dios Todopoderoso”.
Dios no solo gobierna sobre los montes, los formó y los creó. Así como el
Monte Everest es el punto más alto de la tierra, el Monte del Señor, el octavo
Monte, es el punto más elevado del universo y es el mismo Cielo.
¿Cómo trepamos el Monte del Señor?
El éxito de todo lo
que somos y hacemos, junto con la transformación de la cultura, depende del
fundamento de nuestra relación con el Señor. Pasar tiempo en el octavo Monte
transformará, capacitará y equipará a los que fueron llamados a ejercer
influencia sobre los 7 montes de la cultura. Amaremos a nuestros vecinos como a
nosotros mismos y practicaremos la regla de oro con quienes nos rodean. Para los que conocen al Señor la equidad y la justicia
serán la norma, mientras pacificaremos a las naciones.
Trepar o ascender el octavo Monte significa que tenemos un hambre
apasionado y un amor creciente por el Padre, desarrollando la mente de Cristo,
oyendo y obedeciendo la incitación del Espíritu Santo todos los días, como
hijos maduros de Dios en el proceso de ser sus amigos.
“Los que tienen un mandato
del Evangelio saben que este es un tiempo de nuevas estrategias, nuevos campos
y plantíos para la cosecha”
Hay muchas cosas que
aprender del Monte del Señor. Encontraremos a Dios a través de su Palabra, su
Espíritu, su Cuerpo, la alabanza, la adoración, las experiencias de intimidad,
la revelación, las palabras proféticas, la comunión, la honra, el favor, la fe,
el amor, la generosidad, el carácter, el discernimiento, el reposo, la
intercesión, el perdón, la reconciliación, la influencia, la sabiduría, el
entendimiento y la disciplina.
Expandiremos nuestros
espíritus con los frutos y los dones espirituales, y aprenderemos gozosos a
caminar en nuestra verdadera identidad como Dios nos ve. Aprenderemos cómo
ejercitar y administrar la influencia en nuestras esferas asignadas de la cultura. También encontraremos comunión con otros que están
trepando el Monte que se unieron a nosotros en este peregrinar eterno.
¿Qué ocurre cuando se exalta el octavo Monte?
Creo que el Monte del
Señor o el octavo Monte, ahora está siendo exaltado sobre los 7 Montes de la
Cultura y también sobre todas las colinas. Alrededor del globo, varios reyes y
líderes de naciones ahora sometieron tanto a sus naciones como sus liderazgos
al gobierno del Cielo. Las naciones ovejas ahora se están levantando en la
tierra (Mateo 25:32-33). La clave para nosotros es habitar en el octavo Monte
de la presencia de Dios para ser transformados y capacitados en el proceso.
Estoy convencido que el octavo Monte y la sabiduría divina que representa,
ahora comenzará a manifestar o descargar soluciones para resolver las
enfermedades, carencia de alimentos, cambios climáticos, conflictos civiles,
corrupción, injusticia, polución, codicia, divisiones familiares, letargo
educacional, sistemas económicos, culturas corporativas, gobiernos y mucho más.
Se cumplirá Isaías 60
¿Qué ocurrirá cuando
la gloria de Dios se derrame sobre un grupo de personas (la Ekklesia) y no solo
sobre un hombre (Salomón) o una nación (Israel)? Los resultados serán notorios
y extraordinarios, provocando el cumplimiento de Isaías 60. Los reyes de las
naciones serán atraídos hacia el brillo cuando seamos levantados y vendrán
desde lejos para traer sus riquezas, buscar sabiduría y consejo. Ese día ya llegó y es tiempo para que la Iglesia, el
Cuerpo global de Cristo, se levante, se vista, se manifieste y crezca en la
plenitud de Cristo, para que el traspaso de su gloria y su sabiduría
incomparables, se puedan demostrar al mundo a través de nosotros.
Las “mayores obras”
mencionadas en Juan 14, en mi opinión, son simplemente las obras que usted y yo
hacemos hoy, desde que Jesús ascendió al Cielo, luego de resucitar de los
muertos y se sentó a la diestra del Padre. Nosotros somos las manos y los pies
del Señor en la tierra, porque Él delegó su autoridad sobre sus hijos e hijas,
la Iglesia. Una
“vida abundante” significa una vida bien vivida: Una vida de servicio a los
demás, una vida de influencia y propósito, un destino y un legado.
Este es el tiempo más
excitante en el cual vivir desde el amanecer de la creación. Es el tiempo para
vivir con valentía, fe y confianza, mientras realizamos obras mayores. La clave
para ello es trepar al octavo Monte. Daniel 11:32 dice: “Corromperá con halagos a los que hayan renegado
del pacto, pero los que conozcan a su Dios se le opondrán con firmeza”. Conocer
verdaderamente a Dios y pasar tiempo en su presencia, implica ser transformados
y llenos de poder.
Se está levantando
una nueva camada de montañistas que no se conformarán con nada menos. Una vez
más, en nuestro propio tiempo, los que “trastornan al mundo”
(Hechos 17:6) recorrerán la tierra y serán hallados en la Iglesia.
Lo bendigo, declaro y decreto gracia divina,
coraje, sabiduría, fortaleza, entendimiento, discernimiento y favor sobre
usted, porque subirá y habitará en el Monte del Señor.
Bruce Cook, Ph.D.
(www.elijahlist.com)