lunes, 30 de abril de 2018

“Nubes de la lluvia de Dios sobre la Iglesia: Una señal de los milagros y las sanidades que vienen”



Por Todd Bentley

Nubes de lluvia y el derramar sobre las Congregaciones
Recientemente regresé de algunas reuniones de avivamiento asombrosas de sanidades en Whitehorse, Yukon, y luego, mientras estaba ministrando en el Abbotsford Revival Center, el Espíritu Santo me llevó a una palabra profética que entregué en las reuniones en el Whitehorse. Dios comenzó a hablarme sobre el avivamiento de sanidades que viene para Norteamérica. Fui atrapado por el espíritu y pude ver muchas nubes de lluvia que se establecían individualmente sobre muchas congregaciones y ministerios por los EEUU y Canadá que comenzaban a descargar la lluvia.

Las nubes de lluvia se veían como en los dibujos animados en la TV, donde la lluvia cae sobre una persona o un lugar. Luego pude ver muchos ministerios y congregaciones fluyendo en la unción de sanidad y milagros que comenzaban a ir hacia ciudades y naciones diferentes. Mientras abandonaban estos lugares de ministerio, la nube permanecía sobre la congregación y seguía derramando lluvia de sanidad. Muchos lugares recibirán una lluvia tan fuerte que se formarán estanques de agua como el de Juan 5, el estanque de Betesda. En mi espíritu no veía solo un estanque, sino muchos más a lo largo de Canadá.

La palabra Betesda literalmente significa “la casa del desborde y la gracia”. El Espíritu Santo me habló que estas lluvias eran para las congregaciones y los ministerios que clamaban fervientemente por la lluvia, como Elías sobre el monte en 1 Reyes 18:41-46. En el verso 41, Elías oyó el sonido de la lluvia abundante y supo en su espíritu que el hambre sobre Israel se había terminado y llegó el tiempo para que se derramara la lluvia (ver 1 Reyes 18:1).

La persistencia de Elías
En el capítulo 17:1 dice que las lluvias vendrían por la palabra de Elías. Aunque Elías sabía que había llegado el tiempo para que se derramara la lluvia, en oración ferviente sobre el monte tuvo que darla a luz y ordenar su manifestación (ver 1 Reyes 18:41-46). Aunque Elías no veía nada, persistió en oración ferviente para llamar la lluvia. Si usted quiere estar “en la lluvia” y en el frente de tormenta de las sanidades y los milagros por todo Canadá, necesita predicar sobre sanidades. Aunque no vea nada, predique sobre sanidades y predique siete veces, como perseveró Elías aunque no veía nada.

Puedo oír el sonido de la lluvia
¡Puedo oír el sonido de la lluvia y sé en mi espíritu que es el tiempo! Suba a la montaña y llame a la lluvia, llame a la tormenta. Cuando las lluvias comenzaron a caer, la nube era del tamaño de la palma de la mano de un hombre, pero creció hacia el lugar donde Elías le dijo a Acab: “Vete en tu carro, para que la lluvia no te detenga por el camino”.  

Dios le habló a mi corazón que primero habría sanidades, pero luego la lluvia descendería torrencialmente y nos moveríamos en milagros. ¿Su congregación será un estanque de Betesda para los cojos y los enfermos? Bien, ¡entonces que se derrame! El Señor dijo: “Verdaderamente, todos vienen desde kilómetros a la redonda”. Esa mañana durante la adoración, luego que Dios me entregara esta palabra, dos africanos maravillosos entraron al servicio y Dios me habló que eran una señal de los milagros y las sanidades que comenzarían a manifestarse en Norteamérica, así como en otros lugares de África.

Llamé a estos dos hombres al frente y les profeticé en su idioma las lluvias de sanidades dentro de la Iglesia. Esa mañana en el servicio tuvimos muchas sanidades, incluyendo un par de parejas que se sanaron mientras estaban de pie ante el altar y una de esas personas era el africano que le había profetizado.

¡Alabe al Señor! Las cosas que estuvieron ocurriendo con el ministerio Fresh Fire, es solo el comienzo de lo que Dios hará en todo EEUU.

Todd Bentley
(www.elijahlist.com)


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