Por Doug Addison
El Salmo 16:11 dice: “Me has dado a conocer la
senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a
tu derecha”.
El Señor está
abriendo la senda de la vida para usted y está desatando la liberación del gozo
sobrenatural que tanto tiempo anhelaba. Aunque las cosas puedan parecer
difíciles afuera, Dios está trabajando detrás del telón para crear un camino
para usted. Observe cómo la senda de la vida y el gozo se abren en medio de los
problemas y las pruebas. No mire en la superficie, Dios está trabajando por
debajo para llevarlo hacia el tiempo nuevo.
Encuentro en Yom Kippur
En el feriado judío
de Yom Kippur (19 de Septiembre de 2018), me desperté con un sueño profético y
tuve un encuentro con el Señor sobre el próximo año. En mi sueño estaba de pie
frente a una puerta corrediza enorme de vidrio que me llevaba hacia un lugar
donde sabía que Dios me quería establecer este año. Había un estanque hermoso
con agua y árboles detrás de la puerta. El problema era que solo se abría como
para que una persona se pudiera deslizar a través de ella. Supe que se suponía
que debíamos mover nuestras cosas a través de esta puerta, pero no iban a
pasar.
Mientras me
despertaba, pude oír al Señor que decía: “Este es el portal para el año nuevo en el que estás
entrando. No podrás llevar las cosas del pasado hacia este nuevo tiempo. Será
un tiempo estrecho de transición, pero valdrá la pena”.
La senda antigua y la puerta estrecha
Cuando me desperté
esa mañana tuve un encuentro con Dios. Cuando esto ocurrió, mi Biblia se abrió
en lugares estratégicos y comencé a ver y experimentar visiones que eran muy
detalladas. Tuve que usar un software de dictado en mi computadora para
capturarlas. Mi Biblia se abrió en esta Escritura: “Así dice el Señor: Deténganse en los
caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen
camino, y no se aparten de él. Así hallarán el descanso anhelado. Pero ellos
dijeron: ‘No lo seguiremos’” (Jeremías 6:16).
Mientras entraba en
el espíritu con este encuentro, estaba de pie con el Señor ante un cruce de
caminos. Había varias direcciones y caminos que podía tomar. El Señor dijo: “Estas son
elecciones y caminos que están disponibles para mi pueblo en este año”. Me pidió que eligiera mi camino de vida. Mientras
observaba, muchos de los caminos y rutas me resultaban familiares porque ya los
había recorrido. Pero vi uno que me guio hacia la cima de una montaña y había
una señal que estaba casi oculta que decía: “Senda antigua”.
Era muy estrecha y no
se veía sencilla. El Señor vio que me estaba acercando a la senda antigua y
asintió en acuerdo. Luego dijo: “Le ofrecí la senda antigua a varias personas, pero
dijeron: ‘No, no caminaremos por ella. Es demasiado incómoda y se ve estrecha y
difícil’”.
Comenzamos la jornada
de ascenso por la montaña siguiendo la senda antigua. Me sorprendí por lo fácil
que era, una vez que comenzaba a recorrerla. Me sentía liviano y no tenía
ninguna dificultad, pero teníamos que caminar en una fila simple porque la
senda era muy estrecha. Cuando llegamos a la cima encontramos una puerta
estrecha.
Mateo 7:13–14 dice: “Entren
por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que
conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta
y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran”.
El Señor dijo: “Este año estoy
abriendo las sendas antiguas que llevarán hacia esta puerta estrecha. Esta
puerta y este camino estrecho te llevarán hacia la nueva vida, pero solo unos
pocos lo encuentran”. Miré
alrededor y era duro ver que nadie elegía este camino. Me preguntaba por qué,
porque estaba lleno de vida nueva y podría pensar, ver y oír con claridad.
Llave para el camino de santidad
Este encuentro
continuó la mañana siguiente, el 20 de Septiembre. Ya había escogido la senda antigua
y había atravesado la puerta estrecha. Ahora el Señor me estaba esperando. Luego
mi Biblia se abrió en esta Escritura: “Habrá allí una calzada que será llamada Camino de
santidad. No viajarán por ella los impuros, ni transitarán por ella los necios;
será sólo para los que siguen el camino” (Isaías 35:8).
Estaba de pie junto
al Señor que sostenía una llave y me decía: “Esta es la llave para la puerta que te
lleva al Camino de Santidad”. Observé
y delante de mí había una puerta dorada que me guiaba hacia lo que parecía una
autopista en el Cielo. Este era un encuentro celestial que parecía ocurrir,
parte en la Tierra y parte en el Cielo. El Señor dijo: “Estoy llamando a mi pueblo a caminar por
la autopista de la santidad. Pero primero deben elegir la senda antigua, cruzar
la puerta estrecha y luego descubrir el Camino de la Santidad. Estos son los que
rindieron sus vidas y murieron a sus propios deseos. Son los que sufrieron pero
ahora están firmes en la vida nueva”.
Me sentía sacudido
porque había muy pocas personas en el Camino de la Santidad. Supe que muchas
personas hablaban sobre santidad, pero pocas la obtenían porque no se puede
alcanzar por obras o por hacer las cosas correctas. Todo se relacionaba
con amar a otros más allá de ellos mismos.
Mire cómo Dios abre
las sendas antiguas para usted. Este año dispóngase a seguir la senda estrecha
en lugar de la ancha. Prepárese para entrar en un tiempo nuevo de revelación y
restauración.
Bendiciones.
Doug Addison
(www.elijahlist.com)
1 comentario:
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