Por Christine Vales
Volviendo al comienzo
Katrina y Sandy...
Harvey e Irma. Estos son nombres familiares de huracanes devastadores que
golpearon los EEUU durante la última década. Este es el tiempo de huracanes y
como podría sospechar, esta temporada de inundaciones no es nada nuevo para el
Señor. En realidad fue establecida mucho tiempo atrás en el calendario de Dios.
Cheshvan es el mes de la gran inundación de Noé, pero también es el octavo mes
de los “nuevos
comienzos”. Ocho es el número de
los nuevos comienzos. ¡Descubramos el significado de Cheshvan y veamos cómo
podemos emerger de estas aguas con más fuerza que nunca! (El mes de Cheshvan
5779 comienza el 10 de Octubre y corre hasta el 8 de Noviembre de 2018.)
Si usted estuvo
siguiendo el calendario del Señor, recordará que acabamos de completar Tishrei,
que significa “comienzo”.
¿Dos meses seguidos que hablan de comienzos? ¿Este es un patrón? ¡No, para
nada! Para volver al “comienzo”, primero necesitamos tener un nuevo
comienzo. Si queremos volver al Edén, donde habitaba la paz de Dios,
necesitamos un nuevo comienzo. Jesús incluso dijo esto en los Evangelios cuando
habló que debíamos nacer de nuevo. Este nuevo nacimiento ocurre cuando nos
arrepentimos de nuestros pecados y recibimos el perdón de Dios. Si nunca
experimentó este nuevo nacimiento por la confesión de sus pecados, hoy es el
día de salvación y el tiempo perfecto para ser una nueva creación en Cristo
(Juan 3:3-8, 2 Corintios 5:17-21, 1 Juan 1:1-10).
Una inundación y un nuevo comienzo
La mayoría de
nosotros no asocia el un nuevo comienzo con una inundación, pero el Señor sí. ¿Por
qué el Señor trajo la inundación sobre la tierra en los días de Noé? Encontramos
la respuesta en su Palabra: “Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida;
porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra” (Génesis 6:12). El Señor vio hasta qué punto el mundo se había
perdido y había retrocedido, entonces desató una inundación sobre el mundo en
su justo juicio.
Génesis 6:17 dice: “Y
he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda
carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la
tierra morirá”. Génesis 7 revela que
el diluvio comenzó el 17 de Cheshvan y llovió durante 40 días y 40 noches. Si
avanzamos hacia Génesis 8, descubrimos que un año después, el 27 de Chesvan, la
inundación retrocedió. Creo que es interesante notar que los diluvios de destrucción
del Señor fueron seguidos por olas mayores de sus misericordias.
Génesis 6:18 dice: “Mas
estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y
las mujeres de tus hijos contigo”. Noé halló favor ante los ojos de Dios. El Señor preservó a Noé y su
familia en su arca. El arca es una imagen de Jesús y una lección para
nosotros hoy. Cuando las inundaciones se levantan en nuestras vidas, podemos
correr hacia su presencia en el Arca de Jesús para hallar reposo y seguridad.
Revelando las raíces
¿Qué ocurre cuando la
inundación avanza? Mueve todas las cosas y expone otras… ¡como las raíces! Esto
es exactamente lo que el Señor quiere hacer este mes. Hace esto en lo natural,
así como en la dimensión espiritual. El Señor usa las aguas de su Espíritu
Santo para revelar nuestro sistema de raíces presente. Es mucho más fácil
arrancar las raíces cuando fueron regadas o incluso inundadas. ¿Este mes el
Señor está apuntando su dedo sobre algunos de sus asuntos “arraigados”? El Señor quiere ir
más allá de los síntomas para atacar la raíz. Quiere descubrir las raíces de
amargura y falta de perdón. Quiere que arranquemos los sistemas arraigados con
nuestras familias, amigos y otros que estableció en nuestras vidas. Desea ir “hasta el fondo”
en los asuntos financieros y de salud, para que podamos volver a comenzar.
Cuando el Señor
revela algo, nunca nos dejará sentados con nuestras raíces colgando. Cuando Él
revela, nos sana y nos hace reposar. Isaías 11:9-10 dice: “No
harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del
conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar. Acontecerá en aquel
tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos,
será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa”. Debemos conectarnos con la Raíz de Isaí para
encontrar nuestro lugar de reposo en Él, incluso ahora.
¿Como en los días de Noé?
Finalmente, mientras
analizamos el calendario actual de Cheshvan, notaremos que no hay citas sobre “tiempos señalados”. No hay fiestas ni ayunos. Nada, solo silencio. Por
esta razón los judíos dicen que este mes está “reservado” para el Mesías. Todos
los demás meses del año están llenos de fiestas, pero Cheshvan es el único mes
con vacantes y está lleno de espacios para recibir una ocasión como esta. Incluso
la letra hebrea para el mes es “Nun” y representa un heredero, una
descendencia, un hijo… ¡un Mesías!
Las Escrituras nos
dicen: “La
venida del Hijo del hombre será como en tiempos de Noé” (Mateo 24:37). ¿Entonces todas estas cosas significan que Jesús
definitivamente regresará en algún momento del futuro durante el mes de Cheshvan?
El verso anterior nos da la respuesta: “Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni
siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre” (Mateo 24:36). Nadie sabe sino el Padre, ni como creyentes
podemos conocer el tiempo y se nos ordena ser sobrios y esperar, listos para su
regreso en cualquier momento (1 Tesalonisenses 5:1-9).
En este mes de nuevos
comienzos, ¿experimentó el nuevo nacimiento en Cristo? Si en este mes siente
que se elevan las aguas, corra hacia el Arca de Jesús. Él es su salvación
durante las tormentas de la vida. Recuerde que Él calma el mar y lo llevará
hacia un refugio seguro. El Señor es un Maestro gentil. ¿Qué asuntos está desarraigando en su vida? Permítale ser la Raíz de su vida y que su corazón testifique: “El gran amor
del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se
renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!” (Lamentaciones 3:22-23).
Christine Vales
(www.elijahlist.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario