Por Helen Calder
¿Dios le estuvo hablando sobre provisión, pozos espirituales o incluso sobre reabrir pozos de avivamientos? La Biblia tiene buenas noticias para aquellos que están secos, débiles o desesperados, aquellos que necesitan provisión y para todos los que anhelan el mover del Espíritu Santo. Justo aquí, justo ahora y debajo de sus pies, hay una fuente, un manantial de agua listo para brotar.
Ocho revelaciones proféticas sobre los pozos y
sobre reabrir pozos
¡Los “pozos de agua” hablan de acceso, provisión y mucho más! Esta semana estuve reflexionando sobre el sentido profético y el significado de los pozos en la Biblia.
1. Los pozos representan provisión y suministro
Cuando Israel se trasladó hacia un lugar donde Dios había provisto agua milagrosamente en el pasado, ellos cantaban “¡Que brote el agua! ¡Que cante el pozo! ...” (ver Números 21:16-17). El pueblo de Dios reconoció que Él fue el proveedor de agua antes y volvería a hacerlo. Un pozo representa una oportunidad. Un pozo puede parecer pequeño en tamaño, pero está conectado con una vasta provisión subterránea.
¡Debe conocer que su Padre hoy proveyó para sus necesidades! Está revelando nuevos pozos de provisión para usted.
2. Los pozos hablan de encuentros con Dios
a. Encuentros de gracia
Un día Dios encontró a Agar en un pozo y le mostró cómo volver a su casa. Embarazada y sola, había escapado del maltrato de Sara. Luego que Agar tuviera un encuentro personal con Dios, ese lugar se llamó: “El pozo del Viviente que me ve” (ver Génesis 16:13-14).
¡Nadie está fuera
del alcance del Padre! Dios está ministrando a los heridos y abusados, y
mientras oramos, el Espíritu Santo está posicionando a sus seres queridos. En
un momento de necesidad, clamarán y verán a Dios, que también los ama, moviéndose
a su favor.
b. Encuentros de adoración
Algunos pozos en la Escritura son lugares de encuentro con Dios. Cuando Isaac llegó a Beerseba (que significa “pozo del siete o pozo del juramento”), lo primero que hizo fue edificar un altar. Primero adoró, antes que su pueblo levantara la tienda y cavara un pozo (Genesis 26:25). Cuando usted adora, su agradecimiento hacia Dios es la fuente de su provisión. Usted lo honra a Él. Usted está posicionando su “pozo” para que sea un lugar de encuentro, para las futuras generaciones.
c. Encuentros proféticos
Años más tarde, Jacob el hijo de Isaac visitó Beerseba, donde adoró y le ofreció sacrificios a Dios. Allí tuvo un encuentro profético; “visiones de la noche” donde Dios le habló sobre su destino (ver Génesis 46:1-4).
3. La Biblia habla de pozos de salvación
El profeta Isaías escribió: “Con alegría sacarán ustedes agua de las fuentes de la salvación” (Isaías 12:3). Aquí la palabra hebrea para “pozos” también significa fuentes. Jesús encontró a la mujer samaritana en un pozo y desde ese encuentro de gracia, ¡toda una ciudad fue conducida a la fe en Cristo! Jesús le dijo: “… pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna” (Juan 4:14).
Si esto le suena familiar, atrápelo hoy por la fe. ¡Se están soltando las fuentes!
En nuestra generación se están abriendo pozos nuevos, ¡formas y medios para alcanzar a la gente con el Evangelio de Jesucristo! Estos pozos de salvación resultarán en un gran gozo en la tierra, porque los sedientos correrán y encontrarán el agua de vida (ver Isaías 55:1).
4. Los pozos pueden ser de generaciones pasadas
Isaac llevó a su familia en un viaje por la tierra y durante todo el camino, sus siervos volvieron a cavar los pozos de su padre Abraham. Los llamó por los mismos hombres que les había puesto su padre (ver Génesis 26:18). Un pozo que fue activo en el pasado, incluso cuando se secó, puede volver a activarse. Profundo en la tierra, la provisión de agua continúa existiendo.
¿El Espíritu Santo le está hablando sobre volver a cavar un pozo? Donde hubo abundancia antes, en las generaciones pasadas, ahora se vuelve a revelar. Puede ser una localización o puede ser una vocación. Quizá Dios le estuvo hablando sobre volver a cavar pozos de avivamiento. Donde el agua del Espíritu fluyó una vez, donde su poder brotó una vez, verá cómo se vuelve a mover.
Dios está sanando las aguas
¿Qué pasaría si usted no puede identificar “pozos” de vida generacionales (o regionales)? ¿Qué pasaría si en lugar de ello hay amargura, pobreza, esterilidad o ciclos de vergüenza? La Palabra de Dios tiene la respuesta: Él es el redentor que convierte las aguas amargas en dulces (ver 2 Reyes 2:19-22, Éxodo 15:23-25).
Su testimonio será: “¡Dios sanó los pozos de generaciones!”. La historia cambia aquí, en su familia y en su ciudad, ¡ahora! Comienza a brotar una fuente de vida.
5. Los pozos pueden representar al Espíritu Santo
Los pozos representan a Dios mismo. Se llama a sí mismo “la fuente de agua viva”.
Jeremías 2:13 dice: “Dos son los pecados que ha cometido mi pueblo: Me han abandonado a mí, fuente de agua viva, y han cavado sus propias cisternas, cisternas rotas que no retienen agua”.
Con frecuencia el Espíritu Santo es caracterizado en la Biblia por el agua. El mover del Espíritu se puede ver en el Río de Vida, un tema recurrente a lo largo de las Escrituras (ver Ezequiel 47). Un pozo que está ubicado en una fuente subterránea, también representa al Espíritu Santo.
Jesús habló de la salvación como “un manantial del que brotará vida eterna” (Juan 4:14). La palabra griega para pozo “pege”, significa “un pozo alimentado por un manantial” y también se puede traducir como una “fuente”.
Jesús dijo: “De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva” (Juan 7:38).
6. Los pozos simbolizan nuestros corazones
Dios nos creó para adorarlo y busca en nuestros corazones para ver lo que fluye de nosotros. En Cantares el Rey-Pastor busca a la doncella como “una fuente de jardines, un pozo de agua viva y arroyos del Líbano” (Cantares 4:15).
Nuestros corazones y espíritus pueden ser pozos, donde el Espíritu Santo reside y fluye poderosamente desde nosotros (ver Juan 7:37-38). El escritor de Proverbios nos exhorta: “Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23).
Jesús dijo que lo que hablamos fluye desde nuestros corazones (Lucas 6:45). Asimismo, Santiago nos advierte: “¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y amarga?” (Santiago 3:11). Debemos enamorarnos tanto de Jesús que nuestros corazones se entreguen a la adoración; que de nuestros corazones y por medio de nuestras bocas, se vea la naturaleza de Dios y toda nuestra comunicación será vivificante.
7. Los pozos son lugares de citas divinas
Los pozos en la Biblia fueron regularmente una ubicación para las citas divinas y las respuestas a las oraciones. Como nos muestra la historia de Agar, esto es verdad incluso en tiempos de necesidad extrema. Cuando Moisés huyó del Faraón, llegó a un pozo en la tierra de Madián. Allí conoció a las hijas de un sacerdote madianita (Éxodo 2). Una de estas mujeres, Zéfora, se convirtió en su esposa. Esta tierra sería su hogar durante los próximos 40 años de su vida y lo preparó para su liderazgo futuro al frente de Israel.
El siervo de Isaac conoció a la futura esposa de su amo, Rebeca, en un pozo (ver Génesis 24:15). Los pozos hablan de configuraciones para la provisión y la oportunidad. Dios no solo provee los recursos que usted necesita, es un Dios de relaciones, quien lo conectará con gente en su vida en tiempos estratégicos. Usted puede confiar en Dios, ¡porque su Padre es fiel y tiene una cita divina para su vida!
8. Los pozos nos invitan a colaborar con Dios
Un río fluye sobre la tierra y sus aguas están disponibles para que todos la puedan alcanzar con libertad. Sin embargo, un pozo requiere trabajo para acceder a él. Es necesario cavar y se requiere el equipamiento apropiado.
En los días pasados, se usaba un sistema de cubetas para extraer el agua. Hoy se usa una bomba y tecnología moderna. Una cosa no cambió nunca; estableciendo que un pozo requiere trabajo y materiales. Es una imagen que Dios usa para que nos asociemos con Él.
Recuerde, su Padre tiene recursos abundantes. Puede confiar que, si Dios le mostró un “pozo”, también apartó todos los medios que necesita para acceder al manantial de la provisión. Toda la sabiduría, las estrategias y las fuerzas que necesita, están disponibles por medio de la oración (ver Santiago 1:5).
Pozos, dones y herencia
La promesa del pacto de Dios hacia su pueblo era que los llevaría a una tierra que tenía pozos que ya estaban abiertos para ellos y cosechas que ya estaban sembradas (ver Deuteronomio 6:11). ¡Qué verdad asombrosa!
Hay tiempos para trabajar con Dios y hay tiempos para recibir simplemente la herencia que nos entregó. Hoy, el Espíritu Santo le está entregando pasión y energía al pueblo de Dios que está debilitado.
Quizá es el momento para declarar por fe:
“Este es el lugar señalado para mí. Esta es la ubicación para mi provisión, debajo de mis pies. Esta es la oportunidad que Dios me entregó. Ahora mismo, ¡recibo su gracia! Ahora celebro el pozo del Señor que está justo aquí, ahora mismo. Porque mi Dios nunca cambia”.
Helen Calder
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