lunes, 14 de diciembre de 2020

“¡Se están volteando las mesas!”

 

Por Agnes Ebedi

Unas noches atrás, mientras adoraba, repentinamente entré en una visión. En esta visión pude ver que se celebraba una fiesta. Había una mesa larga llena de todo tipo de platos deliciosos. Se veía como una fiesta de bodas. En la distancia, pude ver al Padre vestido con vestiduras blancas muy elegantes. Mientras observaba, repentinamente las mesas comenzaron a voltearse.

Pude oír al Padre decir que este año muchos enfrentaron guerras inusuales. Ciudades y naciones experimentaron disturbios y dificultades en proporciones gigantescas. Aun así, Él se está levantando como respuesta a las oraciones de su pueblo por sus familias, sus ciudades y sus naciones. Las batallas que parecen interminables y desgastantes, repentinamente darán lugar a la apertura.

Dios preparará una mesa para su pueblo en presencia del enemigo (Salmo 23:5) y donde las respuestas a las oraciones parecían estar paralizadas para muchos, habrá un movimiento repentino y veloz de repuestas a las oraciones. ¡Este es el comienzo de un cambio de rumbo masivo!

El arma de su paz aplastará repentinamente al enemigo en derrota

Estuve en oración vehementemente por los EEUU y las naciones, debido a las circunstancias sin precedentes que estuvieron ocurriendo este año. Pocas noches atrás, durante mi tiempo de oración, le pregunté al Padre sus pensamientos sobre todo lo que está ocurriendo. Esto fue lo que me dijo: “Estoy sentado en los cielos y me río” (Salmo 2:4). Pude oír al Espíritu de Dios decir que su propósito estará firme y su plan prevalecerá para los EEUU y las naciones.

Pude oír un sonido… ¡como el sonido de una trompeta! Es un clarín que llama desde el Cielo a interceder por las naciones como nunca antes. En realidad, esta es la mejor hora para la Iglesia.

Estamos de pie en el borde de una era como en Isaías 60. Aunque las tinieblas están amenazando cubrir la tierra y la oscuridad profunda a la gente, hay un remanente que Dios está levantando y permanecerá firme en la brecha. Son como los atalayas descritos con tanta precisión en Isaías 62:6-7, quienes elevaron sus voces como el sonido de un shofar y no serán silenciados. Serán las parteras que nos introducirán en el mayor mover de Dios que la tierra haya experimentado.

Isaías 62:6-7 dice: “Jerusalén, sobre tus muros he puesto centinelas que nunca callarán, ni de día ni de noche. Ustedes, los que invocan al Señor, no se den descanso; ni tampoco lo dejen descansar, hasta que establezca a Jerusalén y la convierta en la alabanza de la tierra”.

Pude oír al Espíritu de Dios decir: “¡Suenen la alarma! ¡Despierten a los atalayas!”. Hay un sonido de despertar que está surgiendo desde el Cielo. Se está desatando por todo el globo. Es el Espíritu de Dios despertando a la Esposa para legislar en el lugar de la intercesión. Ganaremos nuevo terreno, poseeremos y caminaremos en una mayor dimensión de autoridad en las naciones. Veremos la justicia estableciéndose por toda la tierra. Dice Dios: “Porque esta es la hora donde el conocimiento de mi gloria cubrirá la tierra, como las aguas cubren la mar”.

¡Dios oyó nuestras oraciones!

Cuando me despertaba hace unos días, giré sobre mi cama y pude oír repetidamente estas palabras muy fuertes en mi espíritu: “¡Dios oyó sus oraciones! ¡Dios oyó sus oraciones!”Cuando me desperté por completo, pude oír al Espíritu de Dios que me decía: “¡Consuela, consuela a mi pueblo, diles que mis oídos no se cerraron ante su clamor por justicia y por un avivamiento! Me estoy moviendo rápidamente en mi poder. Estoy desatando las respuestas a sus oraciones”. Luego pude oír al Señor declarando: “¡Ha sido autorizado! El Cielo sancionó las respuestas a sus oraciones. Los disturbios y los estruendos que atribularon la tierra, ahora le darán lugar al avivamiento”.

La fuerza del favor de Dios quebrará la niebla del desánimo

Pude oír al Espíritu de Dios decir que esta es la hora de lo “extraordinario”. Mientras el pueblo de Dios levanta su voz por todo el globo, ahora veremos cómo se revierten de manera repentina las leyes, los gobiernos y los juicios injustos. Veremos a los gobiernos perversos en esta hora inclinándose sobre sus rodillas ante la fuerza del amor del Dios Todopoderoso. En realidad, en esta hora veremos cómo se dobla cada rodilla y cada lengua confiesa que Jesús es el Señor, como un mover masivo del Espíritu barriendo el globo. 

¡Esta es la hora de lo extraordinario! Sanidades, salvaciones y aperturas sin precedentes, mientras Dios invade la tierra con el poder de su amor. Multitudes vendrán al conocimiento del poder de la salvación de Dios y encontrarán el amor del Padre.

En esta hora se desatarán milagros nunca vistos que harán que los inconversos crean y capacitarán a los creyentes para ser fortalecidos por la bondad de Dios.

Dice Dios: “¿Quién oyó cosa semejante? ¿Puede una nación nacer en un día? ¿Llevaría a esta nación hasta el punto de dar a luz, sin hacerla parir? ¿Cerraría el vientre cuando determiné el parto?” (ver Isaías 66:8).

¡Ahora la Iglesia está en trabajo de parto! Estamos en el umbral del nacimiento de una reforma global y nada interrumpirá su camino. No nos van a silenciar. Se levantarán las voces de los revolucionarios en esta hora, orando y predicando, para declarar la justicia. En esta hora veremos el mayor mover del Espíritu de Dios que el mundo haya experimentado, ¡en el nombre de Jesús!

Agnes Ebedi

(www.elijahlist.com)

 

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