lunes, 7 de julio de 2008


“¡Evalúe ahora! Está a mitad de camino en la estación de los nuevos comienzos”



Por Chuck Pierce


¡Siga, siga y siga!

Uno de mis versos favoritos es: “¡Mira, el invierno se ha ido, y con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas” (Cantares 2:11-12). Esto se lee cuando la tierra de Israel experimenta la tibieza y la belleza de la primavera.

Estamos justo en la mitad de la estación de los nuevos comienzos

Pasaron seis meses desde Yom Kippur, cuando comenzó el año 5768 y ahora estamos casi a seis meses del próximo Yom Kippur. Esto sugiere que lo nuevo, junto a la libertad redentiva, se celebró en la Pascua. Por lo tanto, es un tiempo perfecto para reflexionar sobre nuestra situación. Por lo general no acostumbro decirle a la gente que haga una introspección, pero este es un tiempo perfecto para hacer una “limpieza de primavera” de nuestras emociones y nuestra mente.

Es la mitad perfecta de la estación. No permita que los vientos y las tormentas de sus circunstancias le impidan avanzar y atravesar la puerta que el Señor preparó para usted. Marcos 5 es un gran capítulo para leer. A continuación veremos un artículo de una amiga que presenta la manera apropiada para evaluar en qué punto se encuentra, mientras continúa avanzando.

Dios dice: “Estoy retrocediendo para volverte a mostrar, revelar y recrear porciones de tu historia”

Recientemente, mientras estábamos adorando, Rebeca tuvo una revelación de cómo el Señor la protegió de ser destruida mientras estaba en el vientre de su madre. ¡El testimonio crea el espíritu de la profecía! Cuando compartía esto, el Señor dijo lo siguiente:

“Estoy retrocediendo para volverte a mostrar, revelar y recrear partes de tu historia. Quiero que sepas que estuve allí. Estás permitiendo que pequeñas cosas te impidan ver el poder magnánimo que estoy desarrollando a tu alrededor y lo que estoy haciendo para reordenar tu vida hacia tu futuro. Aún durante estas pruebas severas que debiste atravesar y las pérdidas que sufriste, Yo estuve junto a ti, protegiéndote de una experiencia peor y más difícil. Hay momentos cuando te protegí para poder impulsarte hacia adelante en mi tiempo perfecto. Hay veces cuando permití que te tocara la adversidad para hacerte crecer, para que tocaras a otros que están creciendo con tu testimonio. Permíteme formar el testimonio en ti que intento crear en este tiempo.

Mírame, estoy en medio de ti. Pídeme que me revele a mí mismo para poder regresar hacia el momento cuando estabas en el vientre de tu madre, entrelazándonos juntos para mostrarte mi mano de protección y el propósito de mi corazón. Puedo mostrarte las estrategias de división del enemigo en tu contra, para que puedas vencerlo por completo en la siguiente estación, arrebatando los despojos que acumuló y que te pertenecen”

Luego Rebeca profetizó: “Tienes un testimonio oculto que te estoy revelando en esta estación. Es el testimonio oculto”.

Luego vino Violet Dickson y cantó lo siguiente:

Ningún ojo vio, ni oído oyó

todo lo que propuse para ti.

Ningún ojo vio, ni oído oyó

todo lo que propuse y destiné para ti.

¿Existe algo imposible para mí?

¿Mi ojo es tan opaco que no puedo ver?

¿Mi brazo es tan corto que no puedo salvar?

¿Hay algo imposible para mí?

Entonces levántate… ve un poco más arriba… no desciendas

Estoy atravesando contigo

levántate y sube un poco más…

¡Porque no existe nada, absolutamente nada que no quiera hacer!

Luego LeAnn Squier comenzó a cantar un cántico nuevo: “Más y más”. ¡Aquí es donde muchos de nosotros nos encontramos en nuestro viaje! Este es el mes de Judá. ¡Levante su alabanza!

¡Una auto evaluación apropiada en medio de esta estación!

Como lo dije antes, ¡este es un tiempo para hacer una auto evaluación! Una buena amiga de Houston, Texas, Penny Jackson, me envió la siguiente carta esta semana. Es un ejemplo perfecto de lo que estamos hablando:

“Me encontré a mi misma meditando en esta estación muy interesante de nuestras vidas. Seguimos oyendo acerca del cambio y es claro que está ocurriendo. Puedo sentirlo en la atmósfera, en el transcurrir de la vida y dentro de mi propia alma. Aún así, en algunas áreas, la vida sigue igual y es muy difícil tratar con esa dicotomía.

Es bien perfecto para la llegada de lo nuevo en correlación con la primavera, no sólo con la conexión obvia entre el nuevo crecimiento y la vida en el mundo natural, también debido a la similitud de este sentimiento, manifiesto pasión, inquietud y anhelo por algo, ¿pero qué?

Verdaderamente, no siempre estoy tan encendida espiritualmente durante este tiempo como me gustaría. Siento que me pondría a gritar si tuviera que atravesar otra rutina diaria esperando que las cosas cambien. Por un lado, oí que el Cielo está tocando a la tierra y que los ángeles nos están ministrando sobre la tierra; por el otro, estoy sentada en medio del tráfico a las cinco de la tarde, rodeada de conductores impacientes que hacen sonar las bocinas de sus autos y no veo un sólo ángel por ahí, al menos yo no lo pude ver…por ahora. Y siento que me invade una gran frustración.

Tampoco pude siquiera determinar el origen del descontento resultante que siento demasiado a menudo. ¿Es mi carne debido a la intensidad de las cosas acalambrando al estilo de vida que practiqué durante años? Penetrando en mi tiempo tanto como debería, aún así, ¿es eso lo que me fastidia? Admito que es parte de eso. No estoy orgullosa de ello, pero sé que es cierto. Y partes de mi continúan pataleando y gritando acerca de ello, no como solía hacerlo, pero aún no llegué al 100%.

¿Es el Espíritu quien está provocando este descontento, guiándome hacia un lugar más alto haciéndome perder interés en aquellas cosas que me atan a la tierra? Mientras ese puede ser el resultado final, en este punto encuentro aburridas las cosas que antes me traían satisfacción, pero aquello que las reemplazará no se encuentra en ese sitio. Seguramente están revoloteando, pero aún no aterrizaron.

Desde ya que la guerra espiritual juega un rol en mis batallas, estoy segura de ello. Muchos dicen que estamos en la era de la Iglesia de Laodicea, mencionada en Apocalipsis 3. Fueron los acusados de ser tibios y a punto de ser vomitados por la boca del Señor, por no ser fríos ni calientes. ¿Su recompensa por vencer? El derecho de sentarse con Jesús en su trono. ¿Cuán asombroso sería esto?

Pero el Señor me mostró algo el otro día que probablemente usted también haya visto. Hubo para ellos y para nosotros, un ataque poderoso enviado desde el seno del infierno para llevarlos hacia la tibieza. La pasividad juega un rol fundamental en esto y como somos ricos, sin necesidad de nada, en una sociedad donde cualquier cosa que queramos está al alcance de la mano, a tiempo o fuera de tiempo… Los dioses del entretenimiento y la información nos arrastran todo el tiempo con estupor a través de nuevos aparatos cada vez más grandes y mejores, con facilidad caemos en la torpeza cuando la vida nos presenta algunos desafíos. Es demasiado fácil caer en ello y todo el infierno está esperando que lo hagamos.

Soñé que estaba con una amiga en una reunión en la cual se escribía algo a través de la pantalla del proyector. Las palabras estaban en un ángulo y me di cuenta que no podía leerlas. Mi amiga podía leerlas perfectamente bien, mientras se paraba a mi lado y me decía: ‘¿Puedes leer eso?’, como si hubiera algo malo conmigo. Pero no podía leerlo. También me di cuenta que tampoco podía oír bien, algo con lo que también lucho en lo natural. Todavía no logré reunirlo todo, pero a la gente de Laodicea se les ofreció colirio para que pudieran ver y se les dijo: ‘Él está a la puerta y llama, si alguien oye y abre la puerta, entrará y comerá con él’. Oír y ver con claridad es muy importante y en mi sueño, tenía deficiencia de ambos. Una vez más, no estoy segura de lo que estaba diciendo, pero me puso muy incómoda.

No dudo que nos esperan cosas maravillosas. Mi espíritu lo sabe. También sé que la naturaleza lo sabe, como el sentimiento que tuve esta primavera. Existe una excitación.

Esto me recuerda una imagen que el Señor me dio algunas semanas atrás. Le estaba diciendo al Señor que quería probar y ver que Él es bueno. Me sentí atraída hacia este verso. Me mostró que era como dos trapecios balanceándose entre sí. Yo estaba en un trapecio con mi vieja vida, sosteniéndome de lo familiar; pero para probar y ver que el Señor es bueno, debía soltar por completo el trapecio viejo y agarrarme del otro. No podía experimentar lo que quería hasta abandonar por completo el primer trapecio.

No podía seguir aferrada a un trapecio mientras trataba de alcanzar el otro. De hecho, habría un tiempo donde me encontraría en el aire entre ambos, sin aferrarme a nada. Creo que es donde estamos ahora en esta transición hacia lo nuevo. Debemos dejar ir a lo viejo, aunque aún no veamos el siguiente trapecio. No dudamos que viene y será maravilloso, pero justo ahora estamos en medio del aire…esperando; muchas veces eso es incómodo y frustrante. Pero con una vuelta de fe, atraparemos el nuevo cuando llegue, afirmando nuestras manos, mientras trepamos hacia los cielos con nuestro Dios”.

Lo apreciamos y queremos alentarlo hoy a seguir “avanzando”. Está a mitad de camino. ¡No se detenga ahora! ¡Evalúe y siga moviéndose!

Bendiciones,

Chuck D. Pierce

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