Por Joni Ames
“Contra toda esperanza, Abraham creyó y esperó, y de este modo llegó a ser padre de muchas naciones, tal como se le había dicho: ¡Así de numerosa será tu descendencia!” (Romanos 4:18)
En tiempos recientes, el enemigo lanzó una nueva versión de un antiguo “ataque terrorista” hacia el Cuerpo de Cristo para introducir un espíritu de desesperanza acerca del futuro. Este ataque trata de hacernos creer que no tenemos un futuro. Bueno, el enemigo es un mentiroso. Contrariamente a lo que el enemigo intenta mostrarnos en lo que debemos tener esperanza, crea en el Dios de toda esperanza, ¡Él siempre está de su lado! Jeremías 29:11 nos dice que Dios conoce los planes que tiene para nosotros, ¡para darnos esperanza y un futuro!
Si está atravesando una crisis en su vida o simplemente está en una encrucijada de fe, no está solo. Cada ser humano atraviesa tiempos de ansiedad, temor y preocupación. Pero no abandone ni escoja seguir un camino de depresión y desesperanza. Así como hizo Abraham: “¡Crea en esperanza contra esperanza!”
El Señor está en los milagros. ¡Jesús arruinó cada funeral que se le atravesó! Aunque haya recibido una “sentencia de muerte” de alguna parte, sepa que su esperanza está en el Señor, ¡el Dios de toda esperanza!
“Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15:13)
No permita que el enemigo lo haga abandonar su puesto
Las aflicciones, los dramas y los traumas son parte de la vida. Atravesar “estas cosas” no significa estar en alguna clase de pecado o desliz. La Biblia dice: “Llueve sobre justos e injustos”. Aún cuando la situación que está atravesando sea por su “propia responsabilidad”, el corazón de Dios para usted es: refinamiento y restauración. No permita que usted mismo y otros lo inunden de condenación. La convicción es la obra del Espíritu Santo. La condenación es la obra del enemigo, quien miente y es padre de mentiras. Dios reprende a aquellos que ama, ¡por eso no quedará atrás cuando pase a la eternidad!
Si está pasando por un tiempo de acusaciones falsas, ¡no permita que el enemigo lo haga abandonar su puesto! ¡Afírmese! “Si el ánimo del gobernante se exalta contra ti, no abandones tu puesto. La paciencia es el remedio para los grandes errores” (Eclesiastés 10:4). El Señor será tu abogado defensor. ¡No permitas que el enemigo te haga perder tu puesto! ¡No abandones! ¡Atrapa rápido lo que tienes! ¡No permitas que el enemigo te lo robe!
“Ya que has guardado mi mandato de ser constante, yo por mi parte te guardaré de la hora de tentación, que vendrá sobre el mundo entero para poner a prueba a los que viven en la tierra. Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona. Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios, y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él grabaré el nombre de mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Dios; y también grabaré sobre él mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:10-12)
El antiguo dicho dice: “Todo aquello que no nos mata, nos fortalece”, y es cierto. En la medida que nuestra fe sea probada, nuestros músculos espirituales serán ejercitados y fortalecidos.
Dios está en nuestra “guarida”
A veces, cuando atravesamos ciertas cosas, pensamos que Dios nos “abandonó” o nos “dejó de amar”. Lo concreto es que todos atravesamos situaciones. Simplemente, ¡algunas personas lo expresan más que otras! Sin embargo, todos atravesamos por pruebas.
“Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo. Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes” (1 Pedro 4:12-14)
Dios nunca dijo que alejaría las pruebas de nosotros. En lugar de eso, estaría en medio de ellas junto a nosotros, en nuestra guarida o en nuestro horno más caliente. Cuando vemos las noticias, parece que todo el mundo que nos rodea se está poniendo cada vez más loco y desquiciado. Cuando la vida parece dura, aún para aquellos que conocemos al Señor, nos lleva a preguntarnos ¡cómo es posible que alguien pueda atravesar esa clase de situaciones sin Él! ¡No se aparte de su fe en este tiempo! ¡Aférrese a los cuernos del altar para salvar su vida! ¡No permita que se vaya!
Sepa que Dios está de su lado
¡No permita que su mente corra con furia! Recuerde, ¡Jesús derramó Su Sangre para rescatarlo del pecado, las debilidades, las enfermedades y los ataques del enemigo! Colosenses 1:21 dice: “En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos”.
“Así que no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada. Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Pues dentro de muy poco tiempo, el que ha de venir vendrá, y no tardará. Pero mi justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado” (Hebreos 10:35-38)
¿Recibió la hostilidad de otros?
Jesús también (vea Hebreos 12:1-4).
¿Tiene que esperar?
“Si se mantienen firmes, se salvarán” (Lucas 21:19).
Santiago 1:2-4 dice: “Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada”.
¿Sufrió pérdidas?
“Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo” (Filipenses 3:8)
¡Aprenda que nada lo puede separar del amor de Dios! (Vea Romanos 8:38-39 y 2 Timoteo 1:12)
Que se diga de nosotros lo mismo que se dijo de Abraham: “Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido” (Romanos 4:20-21)
Cualquiera sea la situación que deba atravesar, ¡sepa que Dios está de su lado, lo ama y lo acompañará durante todo el proceso! No importa cómo se vea.
¡Crea en esperanza contra esperanza!
Joni Ames
1 comentario:
Bendiciones del cielo en abundancia para Usted y los suyos, esta palabra está llena de El Eterno Dios...gracias por ser un instrumento de Su inagotable AMOR!!
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