lunes, 25 de mayo de 2009

El Señor dice: “Me mostraré fuerte en tiempos de escasez”

 

Por Al Thomas

clip_image001Después de oír en los medios de comunicación al mundo y aún a los hijos de Dios hablando sobre lo mal que está la economía, fui ante el Señor para tener su visión del asunto. Me retire hacia mi cuarto de oración y cerré la puerta. Ese es el lugar secreto de Dios (Mateo 6:6). Le dije, “Señor, la gente está diciendo que esto está mal. La economía se está hundiendo y se pondrá peor. ¿Qué tienes para decirle a la Iglesia acerca de esta economía?”

Dios dice: “Me mostraré fuerte en tiempos de escasez”

“No tengo pánico acerca de la economía del mundo. Ni siquiera estoy un poco preocupado por cómo cuidaré a mis hijos. No llamé a un comité de emergencia en el Cielo para discutir la crisis de inflación del mundo o el precio del combustible. Si Yo no tengo temor, mis hijos tampoco deben tenerlo. ¿Te olvidaste cómo te cuidé en el pasado? Cuando escuches la palabra espantosa que comienza con R: recesión; recuerda otras dos palabras que comienzan con R: recuerdo y regocijo”.

“Primero, ¿recuerdas como cuidé a Israel en el desierto? (Deuteronomio 2:7). ¿Recuerdas cuando cuidé a Elías en los tiempos de hambre? (1 Reyes 17:7, 16). ¿Recuerdas cuando cuidé a Eliseo con la viuda? (2 Reyes 4:6) ¿Recuerdas cuando cuidé a Samaria en tiempos de hambre? (2 Reyes 7:8) ¿Recuerdas cómo mi Hijo alimentó a las multitudes que lo siguieron? (Mateo 14:20) Luego recuerda que prometí cuidarte (Filipenses 4:19). Luego comienza a regocijarte por fe mientras meditas en estas cosas. El regocijo con propósito aumenta tu fe. El enemigo quiere que sólo pienses acerca de lo malo; Yo quiero que habites en mi bondad y en mi fidelidad. Comienza recordando y regocijándote. Caminar conmigo no es un camino sencillo y tampoco se supone que sea así. Pero vale la pena (Romanos 8:18)”.

Dios dice: “Sabes que quejarte no te ayuda, entonces alábame”

“No eres un tonto. Si estás bajo presión financiera, no comiences a quejarte como algunas personas. No te quejes porque estarás expresando exactamente lo que quiere el enemigo: Duda, temor y preocupación. Sabes que soy capaz de cuidarte, no lo hagas más difícil para ti murmurando (Filipenses 2:14). Ninguno de mis hijos (quienes caminaron en humildad y obediencia) jamás terminaron en la ruina financiera”

“He sido joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto justos en la miseria, ni que sus hijos mendiguen pan” (Salmo 37:25).

“No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez” (Filipenses 4:11-12).

“Echa fuera al Sr. quejoso e invita a pasar al Sr. Alabanza. La queja genera duda. La alabanza limpia la confusión y el temor de los aires. Levántate, ¡dile a la duda que se calle y comienza a alabarme a Mí!”

Dios dice: “Esta prueba llegará a su fin. Sabes esto, ¡avanza!”

“Sí, este tiempo llegará a su fin y cuando lo haga, te alegrarás de haberte mantenido firme y haber esperado en Mí (Salmo 130:5). No te entregarás al temor, en lugar de eso, te aferrarás a mis promesas (2 Corintios 1:20). Haz todo lo necesario para mantenerte alineado con mi voluntad para tu vida (Efesios 6:13). Quizá te quedaste en estado de shock por un tiempo. Quizá tengas algunos pensamientos temporales de confusión… ¡pero no abandonarás! No le des al diablo el placer de permitirle ganarte. Como Josué, necesitas elegir este día a quién servirás (Josué 24:15)”.

“Hijos míos, ¡no están solos! Mientras me ocupo de ti (Salmo 139:10), debes ocuparte de mí. Soy fiel (1 Tesalonisenses 5:24). Recuerda, el problema con el dinero es que nunca puede resolver algo que no se encuentre en el sistema del mundo”.

Dios dice: “Como sabes esto, no permitas que satanás te haga dejar de dar”

“El temor es la razón principal por la cual mis hijos dejan de dar. El temor a no tener lo suficiente. Nunca reacciones por temor, porque el fruto del temor es el tormento (1 Juan 4:18). El fruto de la fe es paz y provisión”.

“Me agrado cuando mis hijos dan, aún cuando están abrumados por los problemas. Más allá de las pruebas más severas, la sobreabundancia del gozo y la extrema pobreza terminarán en una rica generosidad. Porque testifico que dieron tanto como pudieron y aún más allá de sus posibilidades”.

“Por su propia cuenta, nos suplicaron con urgencia por el privilegio de compartir este servicio con los santos” (2 Corintios 8:2-4).

“Nota que ellos rogaron para dar y consideraron esto como un privilegio, no una obligación. No presiono a mi gente para dar (Éxodo 25:2), porque dar es un acto de adoración (1 Crónicas 29:14). Dar con una actitud de agradecimiento y expectación puede abrir los recursos de los Cielos sobre aquellos que pueden manejar mi abundancia con responsabilidad. Entonces puedo bendecir a muchos más con riquezas para extender mi Reino. Mientras tanto, dejemos que los que se definen a sí mismos como ‘expertos’ continúen declarando que los cielos se caerán. Pero recuerda a Aquel que hizo los cielos; porque el único camino por el cual me podrás ver (y también a mi provisión): es mirando hacia arriba y no hacia abajo. Mis hijos pueden acceder a un tiempo de gran bendición… si abren sus manos, en lugar de cerrarlas”.

Al Thomas

2 comentarios:

GerardoA dijo...

El Shadai. El Dios más que suficiente, El de pechos que en todo tiempo amamantan, Jamás dejará de proveer a sus hijos.
El trono inconmovible jamás se moverá por ninguna crisis de los hombre. exelente palabra de Fe. Kadoh. G.A. bendiciones en todo lo que emprendas en este tiempo.

CATITA dijo...

Qué bella enseñanza! !! Bendecida estoy con esta Palabra! Gloria al Señor !!!🙌🙌