jueves, 26 de enero de 2017

“Escondidos, ¡levantémonos en el mandato de Isaías 49!”


Por Jamie Rohrbaugh

Muchos de los soldados de Dios estuvieron escondidos. Ustedes saben que fueron creados para más, pero parece que no pueden salir de detrás de las cortinas que los ocultan. ¡Este es el tiempo para que los escondidos se levanten en el mandato de Isaías 49!

El mandato de Isaías 49 es un set de 11 cargas y garantías que originalmente recibió Cristo. Sin embargo, en este tiempo también aplican para el Cuerpo de Cristo. Si estuvimos anhelando cumplir el gran impacto que sabemos que Dios nos llamó a manifestar, aquí hay 11 cargas y garantías que Dios nos habla en este tiempo.

El mandato de Isaías 49
1. Isaías 49:1: El Señor quiere garantizarnos que nos llamó desde el vientre.
El Padre quiere recordarnos que siempre nos conoció y también tuvo presente nuestro nombre. Nos conoció desde la eternidad y no fuimos olvidados o pasados por alto. Fuimos sembrados en el vientre de nuestra madre para un tiempo como este. Nuestra vida tiene un propósito. El tiempo de nuestra vida es clave. Ahora mismo, Dios sabe exactamente dónde nos encontramos, quienes somos y todo lo que ocurre en nuestra vida.

2. Isaías 49:2: Aunque nos hemos sentido escondidos y olvidados, sintiendo que nadie nos ve o nos valora.
En la mayoría de los casos, no está todo “en nuestra cabeza”. La gente no nos ha visto verdaderamente con los ojos del espíritu o nos valoró como deberían. Sin embargo, es crucial darnos cuenta que no somos los únicos que nos sentimos de esa manera. Jesús mismo, el que inspiró originalmente este pasaje, se sintió escondido… porque estaba escondido. Jesús estuvo escondido como una flecha en la aljaba de Dios. El Padre escondió a su hijo en su aljaba y lo mantuvo allí fuera de la vista de los hombres, hasta que llegó el tiempo correcto. En ese tiempo señalado, el Padre tomó a Jesús de su aljaba y lo lanzó como una flecha hacia su destino.

Nosotros también estuvimos escondidos
Estar escondido es frustrante y sentimos que este ocultamiento fue injusto. Sin embargo, el Padre quiere que sepamos que Él cocina los mejores manjares por más tiempo. Qué es mejor, ¿comer de una olla de ajíes que se estuvieron cocinando durante una hora o comerlos de una olla donde se estuvieron hirviendo durante tres días? Por supuesto que los ajíes que hirvieron tres días serán mejores. Se cocinaron el tiempo suficiente como para que los sabores se marinaran juntos como un todo unido. Asimismo, Dios nos estuvo cocinando a fuego lento durante años.

Demasiadas veces quisimos salir del lugar oculto. Sabemos que podríamos funcionar en el exterior así como otros que nos rodean. Sin embargo, el Padre quiere que sepamos que no fuimos hechos para ser como la gente que nos rodea. Él nos necesita para un lugar más elevado donde incrementar su gobierno en la tierra. Las mejores cosas requieren un tiempo de cocción más prolongado. Dios es un Chef experto y estuvo cocinándonos durante un tiempo largo. Pero ahora está listo para lanzarnos fuera de su aljaba y dispararnos hacia nuestro destino.

3. Isaías 49:3-4: El Padre quiere que sepamos que nos declaró como sus siervos. Ahora mismo nos está garantizando que se glorificará en nosotros.
Con frecuencia sentimos que nuestro trabajo fue para nada. Nuestro corazón se llenó de angustia porque invertimos nuestras fuerzas en Dios, pero no podemos mostrar nada. Sin embargo, permanecimos colgados firmemente del Señor. Confiamos y creímos en Él por la cosecha, aun cuando no hemos visto los resultados con nuestros ojos naturales.

Amados, el Padre honra nuestra firmeza y ve nuestra fidelidad. Hoy quiere garantizarnos que nuestro trabajo no fue en vano. Él se glorificará en nosotros porque nos cuida. Somos sus hijos amados y sus siervos valiosos y productivos. El Padre nos honra y aprecia por nuestro servicio.

Dios está actualizando nuestra asignación
4. Isaías 49:5-6: Debido a nuestra fidelidad, Dios está actualizando nuestra asignación.
Nuestro Padre siempre quiso usarnos para que la gente regrese hacia Él. Su mano siempre estuvo sobre nosotros. Sin embargo, antes pensábamos que solo podríamos alcanzar a un grupo de personas. Pero ahora, el Padre dice que nuestra asignación inicial era demasiado pequeña. No lo sabíamos, pero Él tiene cosas mejores reservadas para todos nosotros y nos está habilitando en una asignación mayor. ¡Nuestra actualización divina ahora se extiende a toda la tierra!

En los días por venir, encontraremos ampliado nuestro horizonte. Este aumento en la visión espiritual viene del Señor. Encontraremos que nuestros límites iniciales fueron removidos y las fronteras del pasado fueron borradas. Nuestro testimonio y nuestro mensaje ahora se extenderán por toda la tierra y demostraremos la salvación de Dios, Jesús, por todo el globo.

El Salmo 2:8 dice: “Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones; ¡tuyos serán los confines de la tierra!”.

5. Isaías 49:7: Se terminaron los días donde fuimos despreciados y aborrecidos.
La gente falló en vernos desde la perspectiva del Espíritu Santo. Solo nos vieron en lo natural, fallando al no ver con los ojos de Dios. Sin embargo, continuamos sirviendo a aquellos que están en autoridad sobre nosotros. Servimos con fidelidad a alguien más con una visión mayor, como si encajara en el Reino.

Hoy el Padre quiere que sepamos que ese es su camino para honrarnos. En nuestra nueva asignación, aquellos que están en autoridad nos prestarán atención porque la unción y la gloria del Padre en nosotros serán demasiado obvias. El Padre nos honrará con influencia por causa de Cristo. Su sello de aprobación será obvio para todos los que nos vean.

Nos estamos transformando en padres y madres espirituales
6. Isaías 49:8-9a: Ahora Dios nos está enviando como un don para su pueblo. Seremos padres y madres espirituales.
El Padre oyó nuestro clamor y ahora nos está entregando personalmente como un don para el pueblo. Podemos pensar que es algo orgulloso de imaginar, pero no. Abba Padre nos formó en sus manos todo este tiempo específicamente como un don para su pueblo.

Como don de Dios para su pueblo, su Pacto, tenemos cuatro asignaciones:
• Traer restauración sobre toda la tierra.

• Distribuir herencias espirituales que estuvieron desoladas y en desuso, recuperando esas herencias para que vuelvan a ser útiles.

• Ordenarles a aquellos que están atados en tinieblas que entren en la luz, la libertad y la abundancia que Cristo conquistó para nosotros.

• Ayudar a otros que están escondidos a levantarse y poner sus manos en el arado, involucrándose por completo con el llamado de Dios.

Todas estas cosas son las que hacen los padres y las madres espirituales. Isaías 49:8-9 es una descripción de hacer discípulos como lo hizo Jesús, ejerciendo paternidad (y maternidad). Ahora somos padres y madres espirituales. Levantaremos a cada persona que podamos en su herencia espiritual. Alentaremos, equiparemos y edificaremos al pueblo de Dios para que caminen en la luz. Esta es nuestra asignación. 

7. Isaías 49:9b-12: Mientras avanzamos hacia el cumplimiento de nuestra asignación, tendremos asegurada la provisión de Dios.
Mientras avanzamos en la obra de levantar personas en sus herencias, el Padre proveerá buenos pastos para nosotros y los nuestros. Nos alimentará en lugares altos. Tendremos toda la seguridad y la provisión que necesitamos porque Jesús mismo, el Pastor de pastores, nos guiará y nos liderará. Mientras el Padre nos guía por sus caminos más elevados, encontraremos a otros que nos seguirán desde lugares que nunca esperamos.

Misericordia y pacto de Dios
8. Isaías 49:13-16: Estamos por ver la manifestación de la misericordia y el pacto de Dios en nuestra vida.
Amados, hemos visto muchas tribulaciones y momentos difíciles en años pasados. Ahora nos estamos moviendo hacia una temporada donde debido al pacto que Dios hizo con su pueblo, aun veremos manifestaciones y demostraciones de su misericordia.

Salmo 106:44-46 dice: “Al verlos Dios angustiados, y al escuchar su clamor, se acordó del pacto que había hecho con ellos y por su gran amor les tuvo compasión. Hizo que todos sus opresores también se apiadaran de ellos”.

Como lo enseñó el apóstol Dutch Sheets, en el Cuerpo ese pacto y la misericordia van juntos. Como pueblo de Dios no somos como los demás pueblos que no tienen un pacto. Fuimos injertados por Cristo en el pacto que Dios hizo con Abraham y tenemos acceso a todo el poder, la provisión, la protección y la misericordia que conlleva ese pacto. ¡Debemos llenarnos de gozo! Permitamos que el gozo y el canto broten de nuestro corazón y desde nuestra vida y nuestro llamado en la misericordia de Dios, por la virtud de su pacto.

9. El Señor nunca nos abandonará, deberíamos hacer lo mismo con otros.
Mientras caminamos a través de este proceso de ser padres y madres espirituales, hubo momentos donde nos preguntamos si debíamos abandonar todo con ciertas personas o ante algunas situaciones. La respuesta es no.

La Palabra de Dios dice que Él nunca nos olvidará, porque somos sus hijos. Estamos escritos en la palma de la mano de Dios. Asimismo, como debemos ser iguales a Cristo en todas las cosas, nunca debemos abandonar a nadie. No nos olvidaremos siquiera del más pequeño. La gente bien intencionada puede tratar de convencernos de caminar lejos de ciertas personas, pero no debemos oírlos. Necesitamos creer en nuestros hijos e hijas de una manera inquebrantable, amarlos de una manera incondicional y perseverante. Así es el corazón de Dios para nosotros y este también debería ser nuestro corazón amoroso para los demás.

¡Nuestros hijos vuelven a casa!
10. Isaías 49:17-23: Muchos de nosotros tuvimos hijos pródigos (naturales o espirituales), y nos estuvimos preguntando si nunca regresarían.
No es que dudemos de la habilidad de Dios para hacerlos volver. En lugar de ello, nos estuvimos preguntando: “¿Nuestros hijos volverán a elegir alinearse con Dios? ¿Cosecharemos el amor y la relación que estuvimos cultivando todos estos años?”. La respuesta a todas estas preguntas es “sí”.

Isaías 49 dice que todas las fuerzas que nos hacían pensar que perdimos el tiempo, se van ahora mismo. ¡Veamos a nuestros hijos volviendo a casa! Sí, volveremos a recuperar a nuestros hijos. La destrucción se está alejando de nosotros y nuestros hijos volverán para honrarnos. Nos llevará un tiempo, pero Dios está trabajando un proceso en nuestros hijos. Isaías 49:20 nos garantiza que volverán a nosotros los hijos que pensábamos perdidos. En realidad nos están pidiendo que les volvamos a hacer espacio en nuestra vida.

Cuando lo hagan, debemos asegurarnos de responder con amor y gracia. Necesitamos ponerles un anillo en el dedo a esos hijos. Vistámoslos con nuestras mejores ropas. Organicemos una fiesta en su honor. Nuestros hijos perdidos ahora volvieron. Los hijos que pensábamos que nos dejaron afligidos, volverán a ser los hijos de nuestra herencia. Amados, nuestros hijos volverán.

11. Isaías 49:24-26: Estaremos seguros en esta nueva asignación.
Los hombres poderosos pueden ser derrotados, pero el Dios de los cielos no. En este tiempo debemos saber que Dios mismo peleará con los que peleen en contra nuestra. Él no solo salvará a nuestros hijos, está perfeccionando todas las demás cosas concernientes a nuestra vida. El Dios de los ejércitos de ángeles está de nuestro lado y tiene algo que probar.

No estamos solos
El Padre mismo prometió que nos protegerá y nos defenderá de una manera tan poderosa que toda carne conocerá que Él es nuestro Salvador personal que se manifiesta poderoso a nuestro favor.

Amados, si estuvimos ocultos tenemos una asignación nueva muy poderosa. Seremos padres y madres espirituales levantando gente en sus herencias perdidas. Nuestra influencia se extenderá por toda la tierra si pedimos naciones. La perfecta voluntad del Padre se cumple en todas las cosas que conciernen a nuestra vida mientras realizamos su obra y no debemos temer a su mandato para nuestra vida.

¿Aceptaremos el desafío?

Jamie Rohrbaugh
(www.elijahlist.com)


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