Por Garris Elkins
Cultura de influencia
El 2018 será un año
cuando las profecías que se hablaron, y en algunos casos quedaron olvidadas,
comenzarán a manifestarse en cada esfera de la cultura. Las promesas proféticas
que estuvieron orbitando sobre nuestras vidas, algunas durante siglos, ahora
están llamadas a manifestarse en la Tierra para definir una nueva realidad e
introducirnos en un nuevo futuro.
Leí un artículo
interesante sobre los satélites que determinó el punto de encendido para esta
palabra. Desde que la Unión Soviética lanzó la nave Sputnik 1 en 1957, más de 6000
satélites fueron enviados a la órbita de la Tierra desde varias naciones. Estos
satélites ayudan en la navegación, la comunicación, la defensa y las
investigaciones. Literalmente influencian cada esfera de la cultura.
Hoy nos referimos a
estas esferas de influencia como los 7 montes de la cultura: Gobierno,
Religión, Educación, Economía, Artes/Entretenimiento, Medios de comunicación y
Familia. De los 6000 satélites
lanzados desde 1957, solo 3600 permanecen en órbita y solo un pequeño número de
ellos sigue cumpliendo su propósito original. Cuando estos satélites pierden su
poder, se los define como escombros espaciales que continúan sin vida en una
órbita hasta que caen a la Tierra y se destruyen al cruzar la atmósfera.
Confirmando las palabras proféticas
Muchos de nosotros
recibimos palabras proféticas de esperanza y transformación a través de los
años. A veces parece como si las repitiéramos para nosotros mismos, enviando
palabras similares que para los críticos puede parecer una repetición
innecesaria. Esta repetición en realidad es parte del proceso de confirmación
profética. Dios ya no solo le habla a una nación a través de un solo profeta.
Jesús es el Espíritu de la Profecía y quienes lo llaman Señor, liberarán el
sonido de su voz desde cada rincón de la cultura. Esto solo tiene sentido
porque muchas incluyen la misma sustancia profética.
Así como los
satélites en órbita están asignados a cumplir una tarea en particular, lo mismo
ocurre con las palabras proféticas. Una variedad de palabras contienen los
mismos elementos y están ligadas a cada promesa, esperando el momento de su
cumplimiento. Las palabras de Dios nunca regresan vacías. Siguen orbitando
sobre cada desafío que enfrentamos, esperando el tiempo perfecto de Dios para
señalar su manifestación.
Existe una vasta diferencia
entre los satélites y una palabra de Dios. Las palabras proféticas nunca se
vuelven obsoletas cuando caen a la Tierra porque perdieron su poder. Retienen
el mismo poder y el propósito que recibieron el día que fueron impartidas,
hasta que llega el día de su cumplimiento final. Estamos rodeados literalmente
por una colmena profética de promesas que orbitan la Tierra y cada una contiene
un potencial sobrenatural eterno. Estas profecías nunca se quedarán sin
poder o propósito. Mientras orbitan nuestras vidas están esperando el mandato
de Dios para arribar a la Tierra y desatar su promesa.
Mientras analizaba el
año que viene y el cumplimiento de las palabras proféticas que ya se
entregaron, el Señor me habló sobre las promesas que no se cumplieron y están
orbitando alrededor de nuestras vidas y particularmente alrededor de la cumbre
de los 7 montes de la cultura. Entramos en un tiempo donde será vital para
nosotros perseverar y recuperar lo que Dios ya nos prometió.
Zonas de aterrizaje de las promesas
proféticas
Mientras consideraba
lo que significaba esto, el Señor me habló: “He creado zonas de aterrizaje en las
cumbres de tu cultura para que aterricen las promesas proféticas que te pedí
declarar. Este es tu tiempo para que avances hacia esos lugares y decretes la
manifestación de lo que profetizaste. Hablaste con fe estas palabras en medio
del ridículo y el cinismo extremo”.
“Estoy ordenando que estas promesas
proféticas que están orbitando, arriben a la Tierra con la misión de desatar
una transformación sobrenatural. Estas promesas proféticas comparten algo único
sobre su misión: Traer el Cielo a la Tierra”.
“En fe, te estoy llamando a ubicarte en
estas zonas de aterrizaje sobre la cumbre de tu monte de influencia cultural.
Este es el tiempo para que recuperes y te vuelvas a comprometer con cada
promesa que te pedí que desataras. Las promesas que están orbitando están
esperando hacer su reentrada. Alza tus ojos a los cielos y comienza a
profetizar su manifestación”.
Hebreos 11:33 dice: “…
los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo
prometido; cerraron bocas de leones…”.
Garris Elkins
(www.elijahlist.com)
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